Los emperadores de Roma

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Si algo suscita interés, pasión, gran emoción, es leer sobre el otrora poderoso Imperio Romano. ¡Sí!, ese admirable imperio, el cual llegó abarcar no solo a Europa, sino también a Asia y África.

Fueron casi ocho siglos de poderío, único hasta ahora en el mundo. Hoy todavía se recuerda que el Derecho el cual rige en todo Occidente procede de ellos, es decir, todo el ordenamiento jurídico. El aporte del vasto Imperio Romano ha sido fundamental para las naciones de todo el mundo.

Sería injusto desconocer sus aportes como la disciplina en lo militar; las bellezas de sus calles; lo valioso de sus alcantarillas y puentes; la importancia de las termales; la entereza de sus habitantes en momentos críticos; la importancia que tuvo el Senado, sus cuestores y pretores; así como el amor de los ciudadanos a toda su patria; la devoción a sus animales en especial los caballos.

Asimismo es apasionante conocer en detalle todas las historias - contadas en sus épocas por excelsos escritores como Suetonio- de los emperadores de Roma. Si esos emperadores que lograron hazañas, unos buenos, otros malos, algunos regulares. Sus vastas guerras, sus triunfos, su poderío, su expansión, su respeto por las letras, sus fiestas dedicadas a dioses, sus poetas, sus persecuciones a sus propias familias. En fin, la lista tanto de proezas como de atropellos e injustas condenas, es larga.

De Augusto, a Tiberio, de Calígula a Claudio, Nerón, pasando por los vespasianos, por Trajano, por Adriano, por Nerva, Constantino, Teodosio y muchos otros. Leer y releer cuantos escritos existen sobre todos ellos es fascinante y llega uno a redescubrir, los entrañados, las conspiraciones, los odios políticos, las venganzas, los falsos montajes, la pelea por herencias, asesinatos impunes, las orgías con sus amantes -tanto mujeres como hombres, sobra decir-, etc, que rodearon a todos y cada uno de ellos, lo cual nos hace reflexionar ya que el ascenso al poder político utilizando cualquier fin para llegar a los medios es un hecho incontrovertible de siglos.

Somos sin escrúpulos con tal de llegar al poder.

De Augusto se recuerda su grandeza, fue el primer emperador, se preocupó por hacer de Roma una hermosa ciudad; de Calígula y Nerón sus locuras y crueldades; de Adriano su impulso por las fronteras. De Trajano el ser el primer emperador no itálico.

Otro hecho particular es que los habitantes de Roma, tanto pobres como ricos, - y por supuesto los emperadores- sentían atracción y respeto por lo que deparará el futuro. Siempre creyeron en horóscopos, astrólogos, pitonisas, - y aquí nosotros revolcándonos porque se contrató un chamán para una final de fútbol- también le daban valor al significado de los sueños.

El Imperio Romano significó en su momento grandeza y ha quedado para lo posteridad su gran legado.