Dios esta pa tipos y tipas como tu

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Oscar Bravo Rojas

Oscar Bravo Rojas

Columna Sociológica

e-mail: osbraro@gmail.com


Con este título, Samuel Gil Soldevilla, director de Hope Media España, La Voz de la Esperanza, publico este análisis socio religioso de la última canción de  Shakira. Deseo compartir con nuestros lectores su posición y cada uno saque sus propias conclusiones.

Este autor considera que usan la música para expresar lo dramático de una situación. Asistimos a la espectacularización del dolor. La teatralización del sufrimiento. 

El corazón es un producto de consumo más. El amor ya no es una decisión, un compromiso, algo trascendente, sino que forma parte de la cultura clínex de usar y tirar. La responsabilidad pesa mucho y no estamos dispuestos a cargar con ella. 

El capitalismo ha conquistado la vida íntima. La intimidad no existe, todo se expone, todo es mercancía. Cosificar las relaciones nos libera de ser responsables. Lo personal es comercial, y la vida emocional es solo un intercambio económico. Tú me das, yo te quito y viceversa… 

Que digan lo que quieran, pero eso no es amor. 

Hay quienes defienden a capa y espada que esta canción, su letra y sus mordiscos, son en realidad un himno al empoderamiento…

Tengo otra propuesta: empoderar desde el valor que tenemos a los ojos de Dios. Empoderar desde el amor, no desde el dolor. La fuente que nutre nuestro empoderamiento es importante, condiciona nuestras respuestas y nos llevará hacia un destino u otro.   

No importa si llevas un Rolex o un Casio, ni si conduces un Ferrari o un Twingo. Tu valor no depende de lo que los demás piensan que vales. Tu estima tampoco depende de las situaciones cambiantes que te rodean.   

El éxito de esta canción esconde el fracaso de cómo sanar el corazón. Lo que se te muestra es ficción, una teatralización. 

Pero hay otro camino más excelente. Es menos transitado y popular, pero más sano y eficaz. 

No necesitas ser rehén de la amargura. Si hay que llorar se llora. Las mujeres lloran. Los hombres lloran. Es parte del proceso, «Dios toma en cuenta cada una de nuestras lágrimas» (Salmo 56: 8).

Pero ¿de qué sirve ganar todo el dinero del mundo si en el proceso vamos perdiendo la vida? (Mateo 16: 26). ¿De qué vale facturar para pagar a Hacienda si tu corazón sigue herido y hieres a los demás? 

Dios nos ha creado con capacidades resilientes, esto es, con la capacidad de superar circunstancias difíciles. Y en ese proceso, nadie quiere ser rechazado, insultado. Todos queremos ser amados, aceptados.

Ser testigos de historias privadas hechas públicas como esta debería conmovernos (movernos con el otro, hacia el otro y hacia adentro), para tratar de entender y salir al encuentro del que sufre.

Necesitamos aprender a amar, y a desamar. 

Aprender a amar, para que amemos conectados a la verdadera fuente del Amor.

Aprender a desamar, para que la fuente del Amor llene nuestro vacío y no nos pudramos. 

Sí, brother and sister, Dios está pa´tipos como tú, pa´tipas como tú. Shakiras, Claras y Piqués, no vamos a apagar nuestra ira con fiestas o dinero. Podemos escondernos. Podemos cerrar los ojos. Pero hasta que no vayamos a Jesús, hasta que no nos rindamos ante su Amor, no estaremos en paz. . .  el verdadero empoderamiento pasa por rendirnos a Jesús, por entregarle nuestras luces y sombras al que ya se ha entregado por ti.  Nuestros desencuentros solo se curan encontrándonos con Jesús.