Escrito por:
Francisco Vásquez Atencio
Columna: Opinión
e-mail: francisco.vasquez.atencio75@gmail.com
Twitter: @franvasquez_06
Siempre que pasa algún suceso que le duele a los colombianos de bien o una mala noticia que atenta contra nuestros niños, niñas y/o adolescentes decimos no más…, pero es hora de tomar acciones respecto a los cambios que necesita la justicia colombiana en cuanto a estos individuos que no tienen corazón y el alma enferma por errores que comenten muchas veces sus padres y los que pagan con un desenlace fatal es nuestra primera infancia, el motor fundamental de toda sociedad a futuro.
Me duele escuchar esas noticias por que como padre de familia como muchos que puedan leer esta columna de opinión somos conscientes que atentar con nuestra primera infancia es acabar con una parte con el futuro de un país; alguna frase dice que un país educado es un país en desarrollo y más cuando son niños que están creciendo con las costumbres que cada dinámica familiar puede brindarles.
Es importante hacer un alto en el camino y mirar bien las políticas de estado en materia de salud pública mental y poder ir más allá y atender esos casos que son muchos en esta nación enferma por muchos por el oído, el resentimiento y peor aún la falta de oportunidad para muchos jóvenes que quieren una oportunidad y no pueden hacer a ello a su primer empleo o mejor aún tener su propia idea de emprendimiento a desarrollar.
No podemos como sociedad seguir permitiendo que cada día troncar sueños, ilusiones de nuestra primera infancia como la mayoría de las veces pasa; creo todavía en la justicia colombiana y que las leyes sean más duras y no tan flexibles como la mayoría de las veces pasa en esta sociedad enferma y marchitada. Es hora de tomar conciencia y que las penas para estos individuos sean más fuertes a la hora de tomar una decisión.
A raíz nuevamente de la lamentable noticia comenzando este mes de octubre de la muerte a manos de su padre biológico del menor Gabriel un Ángel de Dios que tiene que ser el fin de tanta barbarie que vivimos a diario en esta sociedad enferma.
In Memorian de todos los Ángeles qué hay caído en manos de personas enfermas mentalmente y sin corazón. No más…