Ciudades y territorios sostenibles

Son muchas las problemáticas que en la actualidad estamos enfrentando como sociedad y que, sin duda, reta a nuestras ciudades y a sus habitantes no solo en el propio territorio, departamento, región y país, sino en el mundo; de ahí que los compromisos que se han establecido en diferentes escenarios de la comunidad de naciones, hayan apuntado con no poca desesperación, en diversas direcciones, entre ellas las concernientes a todo cuanto tiene que ver con el sector de la construcción, razón por la que deba y tenga que entenderse, sí o sí, que para reducir las emisiones desde dicho sector sea importante lograr el empoderamiento de los territorios, de los gobiernos locales, de los trabajadores y comunidad en general. 

Los planes a futuro en esta importante área para el desarrollo de los territorios, deberá contar necesariamente con el apoyo y asesoría de los organismos internacionales instaurados para el efecto, so pena de sucumbir en dicha tarea, a todas luces importante en alto grado en las distintas direcciones y que debe ser una estrategia de largo plazo que tenga como objetivo el desarrollo de ciudades integradas, equitativas, sostenibles y resilientes, para los años que están por venir.

Importa, debemos y tenemos, a pesar de las emergencias que vivamos o puedan surgir, ver con esperanza que una parte importante de ciudadanos han reflexionado respecto a su modo de vida, transformando sus hábitos en función de contribuir a un entorno social y medioambiental más sano, hacer uso de un transporte público de alta calidad, gran cobertura, seguridad y eficiencia; sensibilizar de manera profusa sobre todos y cada uno de los temas que tocan con dicho propósito, lo cual debe amplificarse a través de la educación, de la acción pedagógica, incluyendo en ello a la comunidad toda.

Movilizarse adecuadamente, reutilizar, recuperar, reciclar, elegir un producto que se adecue a conceptos como su medición de huella de carbono, evitar la contaminación del agua y aire, son algunos aspectos que nos permiten evolucionar en el diario vivir. Se impone abrir nuestra mente a nuevas formas de realizar vida diaria, ser más eficientes, permitir una reducción en la movilidad de las personas y del uso del transporte; comprar de manera distinta, la necesidad de mayor cantidad de espacios públicos de calidad y la nueva forma de usarlos, ayudarán a las ciudades a ser mayormente sostenibles. 

Se trata de reinventar en positivo ciudades y territorios a todo trance, donde nos desplacemos diariamente a distancias cortas que mejoren la calidad de vida, reducir emisiones de gases de efecto invernadero para respirar un aire más limpio. Apostar a ciudades peatonales, con amplios espacios, alamedas, parques. ciclovías, áreas verdes generosas y acogedoras. Dar prioridad al comercio local y a la descentralización. La ciudadanía también debe participar activamente en la gobernanza, que es la forma de gobierno basada en la interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para lograr un desarrollo económico, social e institucional estable; y, en la gestión de las ciudades, aportando ideas, propuestas y soluciones, para el bien común y una mejor calidad de vida, en lo que se requiere camino a una sociedad mayormente viable, que debe ser en adelante y la gran consigna.