Carta abierta al nuevo Alcalde de Santa Marta

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Déjeme felicitarle por su elección al primer cargo del Distrito, que ahora le conduce a una tarea mayor: ejercer debidamente el mando por los siguientes 4 años a partir del próximo 1º de enero.

Permítame también desearle muchos éxitos en tan espinosa tarea. No la tendrá fácil, desde luego, y usted lo sabe muy bien. Los problemas para el ciudadano de Santa Marta están sobrediagnosticados así las soluciones que se enuncien nunca lleguen: crecientes desempleo e informalidad; inseguridad rampante, dificultades de movilidad por la pésima e insuficiente malla vial, ocupación descarada del espacio público, mototaxismo, irrespeto a las normas de tránsito y falta de autoridad, entre las más prominentes; deterioro ambiental casi irrecuperable por los ecocidios infames que sufre nuestra naturaleza; pésimos servicios públicos y un sinfín de situaciones que agobian a quienes, por obligación y no por gusto, contribuyen al erario con parte de su trabajo en forma de tributos.

El ejercicio de gobierno que usted pronto iniciará afronta desafíos retadores: la corrupción incontenible e insostenible; las poderosas organizaciones que, inmisericordes, han roído el erario a costa de los más necesitados; el exiguo presupuesto distrital, insuficiente, mal distribuido y menguado en grado importante por la torpeza de algunos, la desidia de otros y la indolente corrupción; la pobreza conceptual para mirar hacia las riquezas naturales de la ciudad como fuente de recursos económicos dentro del debido respeto y el amor que ellas merecen; hay muchos otros problemas, claro está, y no hay espacio para tratarlos, pero que merecen tanta atención como estos.

Acceder al primer cargo distrital implica necesariamente apoyos económicos interesados y comprometedores de parte de políticos e inversionistas profesionales de los cuales será difícil deslindarse y que, como lo muestra la historia reciente, influyen contundentemente en las decisiones que se adoptan desde el palacio de gobierno, particularmente en materia de contratación: la independencia de los alcaldes está seriamente cuestionada.

De adehala, el concejo distrital no es ajeno a esas mismas dificultades que su cargo tiene, originadas en los apoyos referidos. El ejercicio conjunto de los poderes es inevitable y conciliar tan disímiles intereses, tarea complicada. Corresponde mencionar la necesaria interacción con el Gobierno Departamental, también sumido en dificultades similares, y que muchas veces transitan por caminos disímiles generando serios conflictos de intereses a los que usted no será ajeno.

Ese complejo escenario pasa por la línea transversal de la credibilidad y la capacidad ejecutoria del primer mandatario distrital y de su equipo de gobierno, hoy perdida para el ciudadano del común. Debe usted recuperarla con acciones visibles, decididas y efectivas que permitan visualizar un panorama distinto para la ciudadanía.

Y esas acciones se refieren principalmente a rodearse de personas con vocación cívica que amen al Distrito y pongan sus capacidades y esfuerzos al servicio de los ciudadanos; a buscar otras fuentes de ingreso para el Distrito, creativas y respetuosas del medio ambiente, particularmente en el Mar Caribe, la Sierra Nevada y el Parque Tayrona; distribuir y ejecutar mejor los recursos distritales; enfrentar a la burocracia impuesta y enfrentar a la corrupción, por mencionar las más visibles.

El habitante y el turista agradecerán el control de la delincuencia; la movilización tranquila; las calles arregladas; el espacio público despejado; las playas limpias y amigables donde compartir agradablemente; dicho en otras palabras, una Santa Marta con cultura ciudadana que retome preponderancia en el panorama turístico y que permita inversiones interesantes, que tenga vocación de progreso aprovechando el capital humano samario, al que hay que mejorar y estimular para un desempeño competitivo, en los que la educación y la cultura sean las batutas.

En lo personal, reitero mi solicitud durante la campaña, y que poco interés despierta por no tratarse de temas taquilleros, de asuntos mediáticos: el consumo de alcohol, tabaco y drogas entre los estudiantes; la prostitución de menores de edad; las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo precoz en esa población; o la calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos y dispositivos médicos. Y agrego otros: la violencia contra menores, y el control de alcohol y drogas en los conductores de vehículos automotores.

Señor Alcalde del DTC e H de Santa Marta: utilizó algunas de las palabras de José Acevedo y Gómez el 20 de Julio para decirle: no deje perder estos momentos de efervescencia postelectoral en los que tiene usted la ocasión única de cambiar el rumbo de nuestra historia; de no hacerlo, será tratado del mismo modo que sus antecesores. El pueblo que le eligió confía en que usted recogerá el guante lanzado y será ese capitán que corrija el rumbo actual para llevar este barco a punto de naufragio al destino que merece.

Desde esta atalaya observaremos el discurrir de su gestión, que apoyaremos y exaltaremos en la medida del cumplimiento de los anhelos ciudadanos, o cuestionaremos seriamente cuando se aparte de esos derroteros. Éxitos, señor Alcalde.