Leí muchos columnistas para formarme una idea independiente de medidas a tomar para bajar las protestas violentas que arrasan con el aparato productivo de la Nación y Particulares, amenaza con exterminar la clase media, la mayoría, haciéndole caer en la pobreza donde no hay capacidad productiva alguna que ofrezca esperanzas al porvenir, igualarnos por debajo.
La violencia en las protestas no es exclusivo de Colombia, paso en Venezuela, Ecuador, Chile, desestabilizo Perú, Argentina y Brasil; Latinos que compartimos iguales problemas: Clase política que antepone sus intereses particulares a los de la Nación.
Pues bien, el análisis de Opoenhaimer se ajusta a la realidad, la globalización traída por las comunicaciones, hoy estamos acá y sabemos que pasa allá en tiempo real, a bajo costo, la juventud tiene hoy posibilidad de conocerse, compartir problemas y propuestas de soluciones, lastimosamente al encontrarse en la sin salida, la presión hace que la bomba estalle y se riegue el contenido difuminándose en el sin sentido de una protesta sin ofertas de soluciones que discutir; se deja en el camino el malestar por el abandono al que han sometido a un segmento de la sociedad formada con intención o sin ella bajo la dirección y batuta de las ideas políticas de izquierda, desde el sindicalismo que busca bienestar de un grupo social, que utiliza la masa de jóvenes para generar presión a la Institucionalidad, con ello lograr mejoras o beneficios que otrora tuvieron.
No es un problema particular de Colombia es de nuestro continente, el reclamo es el mismo, es cuestión de tiempo para que el polvorín estalle en toda esta parte del mundo, un tizón de carbón encendido bajo un depósito de Nitrato de Amonio, la Juventud hoy tiene medios de comunicación instantáneos que permite agruparse, accionar y reaccionar al instante, difundir realidades y falsedades que hacen enervar ánimos, seguros que a través de la destrucción de lo que hay, como el ave fénix, se levantará una nueva República desde los malolientes ret1obos de aquello que logre subsistir a su embate .
Quien no tiene nada que perder, tiene mucho por que luchar, premisa desde la cual se desarrollan protestas violentas; con un plan muy bien orquestado tiempo atrás, nuestros representantes dejaron de darse cuenta de este fenómeno, la Juventud ha sido presa fácil de una ideología política que busca lo mismo que rechaza, el Poder, para sí y beneficio para ellos, aupados con dineros del Narcoterrorismo como aliado, políticas fracasadas donde se implementen.
La oferta no es el socialismo NorEuropeo donde el Estado es administrador de recaudos en pro del bienestar de la sociedad, con libre empresa y desarrollo tecnológico, más que valido luchar por esa forma de gobierno; no, quienes dicen representar esas ideas no tienen esas intenciones, más que el palabrerío y acusaciones a gobiernos de turno, nada ofrecen, solo polarización que no permite avanzar en la concepción general del Estado.
Hoy, tenemos La Patria Empobrecido por la Pandemia, en la cual se han invertido ingentes recursos, empresarios sin capacidad de inversión por caída de mercados globales, no cuentan con liquidez para ampliar sus aparatos productivos y apoyar de manera efectiva y eficiente la anhelada reactivación económica capaz de absorber mano de obra que por simple dinámica crece día a día.
Solo queda una oportunidad, el Estado colombiano cuenta con capacidad de endeudamiento que por razones de administración conservadora jamás utilizada a fondo, llego la hora de hacerlo, hay que endeudarse al máximo para hacer inversiones con Rentabilidad Social, no más asistencialismo, que logre en el corto plazo la reactivación económica, al tiempo se deben crear políticas y mecanismos de veedurías y controles necesarios para que los dineros lleguen a lo que se trajeron y no a cuentas de políticos de turno. Las Naciones que gozan de mayor bienestar social generalmente son países desarrollados con su capacidad de endeudamiento a tope.
Hay que abrirse a entrada a capitales que buscan maximizar utilidades, hacernos atractivos, bajar impuestos, quitar trabas para invertir, creando empresas que al tiempo generen bienestar a través de reactivación económica y ocupación laboral.
Gran oportunidad para el Sector Rural y Agropecuario, 40.000.000, de hectáreas necesitan de grandes obras de adecuación de tierras, vías secundarias y terciarias, infraestructura de agua, irrigación y drenaje, electrificación en el campo, servicios públicos rurales, mano de obra para agricultura y ganaderías, dinamizaran la ocupación de laboral no calificada y calificada, motor de reactivación económica.