Curiosidades de la máquina maravilla

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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Después de una gloriosa historia de casi ocho décadas, la máquina maravilla tiene muchas historias que contar, millones de anécdotas y diversas curiosidades. Algunos amigos de este espacio han mencionado varias; también hemos encontrados otras que compartiré.

Muchos creen que el nombre Jeep viene de un gusano llamado Eugene the Jeep que aparece en las historias de Popeye el marino, capaz de muchas ejecuciones extraordinarias; realmente procede de la pronunciación anglosajona de las letras GP (General Purpose), Yi Pi, con las que se denominó el proyecto original. Hablando de cosas extraordinarias, hubo adaptaciones del Jeep para transportar cargas en las vías férreas; se les sustituyeron las llantas originales por ruedas de trenes adaptadas para utilizar las carrilleras. Incluso, después de la guerra realizaron labores rurales, como tractores de arado, y otras funciones. Cuando el Papa Juan Pablo fue a los Estados Unidos, 2015, el Papamóvil fue un Wrangler con las especificaciones dictadas por el cuerpo de seguridad del Vaticano.

Las capacidades de todoterreno del Jeep Willy son casi milagrosas. Cuatro ocupantes podían vadear ríos, colocando una lona especialmente diseñada en las 4 manijas laterales que eran asidas por soldados, y así avanzaban dentro del agua. En un video de demostración se puede apreciar cómo, en solo 4 minutos, unos soldados desarman y arman el coche. ¿Cree usted que al famoso campero sólo le faltaba volar? Pues… no. También se remontó a los aires. El Hafner Rotabuggy, o Malcolm Rotaplane fue un experimento británico realizado entre 1943 y 1944 que combinó un Willys MB con un rotor que buscaba llevar los todoterreno al campo de batalla. Originalmente, la versión militar, MB, tenía en su frontal nueve franjas para ventilar el motor. La primera versión civil, CJ 2A tiene 7 franjas, que permanecen desde entonces. Las luces delanteras no siempre han sido redondas; el Wrangler desde 1985 a 1995 tuvo faros cuadrados; regresó para siempre a la versión original. No encontrará un modelo 1996; no fueron fabricados.

¿Sabía usted que en Colombia se fabricaron estos vehículos? Leonidas Lara, quien después ensamblaría Fiat, Mazda y Mitsubishi, montó una ensambladora de CJ5, de la cual salieron muchos de ellos a suplir las ingentes necesidades de todoterreno en el país, especialmente en la zona cafetera; duró de 1961 1976. En 1995 fue instalada en Armenia (Quindío) una fábrica de Willys

. Vencida la patente, fue retomada por unos empresarios del Eje Cafetero, quienes iniciaron la producción de Jeep y repuestos con planos originales destinados al mercado local y a algunos países asiáticos, entre ellos China, Taiwán, Singapur, Tailandia y Filipinas. Y es que en esa región el Jeep es un campero de culto especial; los primeros llegaron en 1946 para desafiar a la agreste geografía, que terminó dominada por la máquina maravilla. Los cafeteros agotaron los ejemplares que el Ministerio de Guerra situó en la zona; las extraordinarias capacidades del pequeño campero terminaron incrustándolo en la genética nacional. Después, con la llegada de vehículos 4x4 más modernos y lujos, los Jeep terminaron en manos de los trabajadores.

Al Willys se le considera patrimonio material de la nación. Hoy, uno de ellos con alto grado de originalidad se le puede vender en sumas impensables, especialmente los GPW (gemelos del MB), fabricados por Ford. Una valiosa reliquia; muy pocos fueron fabricados.

En Calarcá (Quindío) se batió el Récord Guinness de automóviles de una misma marca, con más de 370 Jeep Willys y CJ de 1946 a 1979, con un mínimo de 50% de originalidad. Yipao, le dicen allá, al vehículo que sirvió de transporte para los habitantes de la región cafetera.

El desfile de yipaos se realiza desde 1988. Se aprecian estos viejos Jeep cargados hasta el último espacio con toda clase de objetos, entre los que destacan muebles, menajes domésticos, racimos de plátano, costales de café, personas y hasta animales familiares. Son impresionantes las acrobacias y piques, no siempre afortunados.


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