"Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron, sobreviviendo dije, sobreviviendo". Mercedes Sosa
¿Qué puede hacer para subsistir una familia con ciento noventa mil pesos, que al decir de algunos tecnócratas con esta suma, ya no son considerados pobres? Respuesta: rezar tres padre nuestros, cien avemarías y poner velas a cualquier de los millares de santos y vírgenes que deambulan por nuestra insondable patria.
En sólo alimentos y haciendo la salvedad de buscar un lugar en la plaza de mercado barato pero bien barato (granos, unas cuantas verduras, huevos, arroz y aceite) se van como cien mil pesos.
Las carnes se consumen por mes en un hogar pobre y con este salario lo verán en sueños. Ahora, pagar un arriendo viviendo todos en la misma pieza, son como fijo cincuenta o setenta mil pesos y súmele que no incluye los servicios públicos, pero como sea deben pagarlos, así presten un pésimo servicio al estilo Metroagua y Electricaribe. En conclusión: esos ciento noventa mil pesos no alcanzan para nada.
Por ello es arbitrario, cínico, imprudente, y humillante al decir que quien posea esa cantidad de dinero es rico. Quienes así piensan son personas de bien, que se van a estudiar al exterior, que desconocen lo que es el hambre y las deudas. En Estados Unidos, es considerado pobre quien gana tres millones de pesos al cambio, ¡vea semejante disparidad!
También sorprende cómo salen a defender como hienas, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional, empezando por el ex presidente Gaviria, quien arruinó el agro, privatizó la salud y volvió miserable a la clase trabajadora con su famosa Ley 50. Con su alta pensión ya no le preocupa la educación de sus hijos uno de los cuales es el flamante Presidente de la Cámara, ejemplo vivo de muchos miembros de la élite quienes creen que todo se les traspasa sin haber hecho el esfuerzo de nada.
Por eso es loable la actitud del vicepresidente Dr. Angelino Garzón, quien se indignó por lo dicho de algunos funcionarios y que además pidió cambiar esas metodologías que no se compadece con la realidad.