Escrito por:
Francisco Vásquez Atencio
Columna: Opinión
e-mail: francisco.vasquez.atencio75@gmail.com
Twitter: @franvasquez_06
El emprendimiento social, que tiene por protagonistas a personas e instituciones de la economía social al servicio de valores que van directamente más allá del mero beneficio económico personal de las personas emprendedoras, para desarrollar iniciativas y redes compartidas capaces de generar valor añadido social en sentido amplio, manejado integralmente, puede sin duda ayudar a resolver los problemas que enfrentamos día con día no solo local sino universalmente hablando.
Muchas son las personas que viven en condición de pobreza entre nosotros y el mundo; y a pesar de mostrarse cifras que indican esta ha disminuido en los últimos años, hay aún millones de personas en Colombia, Latinoamérica y el mundo que no tienen como acceder a la educación, a agua potable y que viven en pobreza extrema. Aunque las cifras a veces se quedan cortas al expresar las dimensiones de los problemas, detrás de estos porcentajes siempre hay las variables que influyen en su situación de manera múltiple y heterogénea, lo que hace que su problema no pueda ser resuelto por una única medida.
Hay muchas personas con diversas problemáticas, pero también en la vía de sus soluciones desde el emprendimiento social, las cuales sólo son reales cuando están sustentadas en la integral comprensión de los problemas, y sobre todo, cuando se generan cambios integrales para resolver los problemas, en la certeza que es este emprendimiento una apuesta para generar un cambio sistémico que permita resolver los problemas de raíz, al lograr crear estructuras sociales y económicas más justas de manera sostenible en el tiempo a través de empresas sociales que mientras dan solución a un problema, generan ganancias y crean empleo.
Se es capaz desde este emprendimiento, resolver los problemas de una manera diferente, creativa e innovadora, haciéndose cargo de las problemáticas de manera más eficiente que algunas instituciones, porque se constituye como una forma de distribuir y descentralizar la red de soluciones y solucionadores de problemas, es decir, nos permite ver que como individuos y organizaciones podemos ser parte de la solución, para no dejar en manos de los gobiernos, la responsabilidad de resolverlo todo.
El emprendimiento social utiliza la fuerza de los negocios para solucionar problemáticas sociales, apostándole a una solución a largo plazo que estremezca la lógica del sistema actual y asegure una mejora permanente, continua y creciente de los problemas, lo que hace necesario para que todo lo cual siga ocurriendo y se potencie, focalizar talento, tecnología y creatividad ya existentes en el mundo, para crear soluciones a problemas reales, a las situaciones que afectan a personas, comunidades o regiones, impidiendo desarrollos socio emocionales. Indispensable en todo esto, que las empresas se preocupen por adicionar este tipo de soluciones a sus negocios, además de modificar sus prácticas tradicionales y muchas veces obsoletas, para convertirse en las que la naciones y sociedad toda exigen y necesitan.
Para reflexionar: “Emprender una idea de negocio conlleva años darle forma, pero tu vida al servicio de las personas conlleva el gesto de vivir para servir”.