Otro caso atroz en Santa Marta

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Los samarios todavía no nos hemos repuesto del trágico suceso en el que una indescifrable enfermera, quizás llevada por los celos enfermizos, tiró al piso varias veces sin compasión alguna a una pequeña bebé, hecho que generó con razón la indignación de millones de colombianos, cuando la semana pasada nos vimos compungidos y horrorizados con el caso de una joven en embarazo que fue llevada con engaños por otra mujer a un lote en Bonda y después de golpearla, le extrajo con sevicia su hijo.

¿Qué está pasando en nuestra sociedad cuando en menos de un año, la ciudad se ve invadida por actos tan tenebrosos que parecen sacados de alguna novela de Agatha Cristhie?, ¿qué pasa con los valores inculcados en casa o en el colegio?, ¿qué proponen al respecto los candidatos a la Alcaldía?

Pero en el execrable hecho como tal se reflejan realidades de la Colombia real y no la virtual que nos venden siempre como los reinados, las noveluchas estilo Chepe Fortuna y la de Marbelle, o el nuevo concurso llamado dizque Yo me llamo en donde una diva llegada a menos que jamás fue exitosa cantante ni ha tenido figuración internacional, ridiculiza a los concursantes que aguantan todo eso por un minuto de fama y de dinero.

Pero volviendo al tema, expresé, que tan aberrante caso sucedido aquí en mi Santa Marta, refleja crudas realidades. Uno, la extrema pobreza de ambas mujeres. Dos, el engañar a la joven con afiliarla a un programa de asistencia social como es Familias en Acción. Una asistencia social que debe darse a personas como la señora en gestión dada su pobreza, pero que es manejado con tinte politiquero.

También vemos el caso de la salud, ideada durante el gobierno neoliberal e insensible de César Gaviria, en donde al paciente lo catalogan como mercado y no como enfermo. ¿Cómo es posible que las citas urgentes, las den tres o cuatro meses?, mientras los dueños se llenaban las arcas.

Sí, realidades palpables como la miseria, la falta de educación y la insensibilidad que rodea a nuestro país que durante los últimos 8 años de Uribe, vio reflejado en menor cuantía su capacidad adquisitiva.

Sólo pedimos que este caso no quede impune, que a la sindicada se le brinde todas las garantías y que tanto la bebé como su madre se recuperen satisfactoriamente de tan brutal y condenable ataque.