¿499 años o quinto centenario? ¿1525 o 1526…?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Ricardo Villa Sánchez

Ricardo Villa Sánchez

Columna: Punto de Vista

e-mail: rvisan@gmail.com



—Tú también, Bruto, hijo mío—. Julio Cesar. William Shakespeare.

La historia del conquistador sui generis, Rodrigo de Bastidas, guardada las proporciones, sería similar a la de Julio Cesar, en la República Romana, que fue abatido por una conspiración liderada por Marco Junio Bruto, a quien consideraba su hijo. Bastidas, Gobernador de la Provincia y fundador de la Villa de Santa Marta, murió también a consecuencia de un atentado por acuchillamiento, por quien también trataba como a un hijo, Juan de Villafuerte. La diferencia fue que Bastidas, sobrevivió, se habría enterado de la trama y quizá, para desorientar al enemigo, Bastidas, lo nombraría su sucesor, para después ordenar su captura y prisión, antes de irse a pasar sus precarios últimos días, en la Isla de Cuba, de donde trasladaron sus restos a Santo domingo; allí su epitafio reza que fue el más humanitario de los conquistadores y el más generoso de los amigos.

Viene a cuenta, esta reflexión, del hito histórico e ícono fundacional de Santa Marta, en virtud de la cercanía de la conmemoración de los 500 años occidentales de la ciudad más antigua de Colombia. En ese escenario, se ha abierto un debate sobre la fecha exacta de su fundación, como base para proyectar la celebración. En ese sentido, sin desconocer la importancia de los avances, proyectos y compromisos para este homenaje, en la Ley de Distritos, en el Plan Maestro Quinto Centenario, y en el reciente proyecto de Ley, ya aprobado en segundo debate, es necesario se aclare esta paradójica discusión.

Para reconocidos historiadores, Santa Marta sería fundada en el año 1526, lo que difiere de la fecha del 29 de julio de 1525, que parecería ser, más bien la celebración de su onomástico. Algunos autores, relatan que se divisó las costas de Santa Marta, desde 1499, y entre 1501 y 1526, llegarían conquistadores, algunos violentos y avaros como Cristóbal Guerra, Juan de la cosa, y Rodrigo de Colmenares, otros a tener que enfrentarse a los nativos como Pedrarias Dávila; o en una siguiente visita, ya ungido con la respectiva capitulación, que lo nombraba adelantado y gobernador, la nueva llegada de Rodrigo de Bastidas, según algunos autores, partiendo de Santo Domingo en mayo y llegando a tierra firme en junio de 1526. Se resalta que una fecha sería desde cuando los conquistadores españoles divisaron el continente en Santa Marta y la empezaron a llamar así a comienzos del siglo XVI, otro momento cuando regresó Bastidas y después el de la ceremonia de fundación de la Villa de Santa Marta.

Al parecer no sería tan pertinente esta discusión, frente a las necesidades de la ciudad y las posibilidades que una celebración, de esta magnitud, refiere para el progreso de Santa Marta y su reconocimiento en la historia de Colombia. Sobre todo, teniendo en cuenta que, para muchos en la ciudad, el navegante, conquistador y notario Rodrigo de Bastidas, sólo sería recordado en la actualidad, de manera lamentable, por la estatua en su honor, puesta en la Calle 14, en el camellón de Santa Marta, que simbolizaría el relato de cómo la ciudad ha crecido de espaldas al mar. Siempre sería conveniente, en el marco de esta conmemoración, esta precisión histórica, que se podría solventar con un diálogo académico, entre actores claves, que lleve a una reflexión sobre nuestra historiografía y a documentar, con mayor claridad, la fecha de la fundación de Santa Marta. Queda la invitación a las instituciones públicas y a sus representantes, a las universidades, y a los historiadores, y abierto el debate, de cara a la ciudadanía samaria y magdalenense.—Tú también, Bruto, hijo mío—. Julio Cesar. William Shakespeare.
 La historia del conquistador sui generis, Rodrigo de Bastidas, guardada las proporciones, sería similar a la de Julio Cesar, en la República Romana, que fue abatido por una conspiración liderada por Marco Junio Bruto, a quien consideraba su hijo. Bastidas, Gobernador de la Provincia y fundador de la Villa de Santa Marta, murió también a consecuencia de un atentado por acuchillamiento, por quien también trataba como a un hijo, Juan de Villafuerte. La diferencia fue que Bastidas, sobrevivió, se habría enterado de la trama y quizá, para desorientar al enemigo, Bastidas, lo nombraría su sucesor, para después ordenar su captura y prisión, antes de irse a pasar sus precarios últimos días, en la Isla de Cuba, de donde trasladaron sus restos a Santo domingo; allí su epitafio reza que fue el más humanitario de los conquistadores y el más generoso de los amigos.Viene a cuenta, esta reflexión, del hito histórico e ícono fundacional de Santa Marta, en virtud de la cercanía de la conmemoración de los 500 años occidentales de la ciudad más antigua de Colombia. En ese escenario, se ha abierto un debate sobre la fecha exacta de su fundación, como base para proyectar la celebración. En ese sentido, sin desconocer la importancia de los avances, proyectos y compromisos para este homenaje, en la Ley de Distritos, en el Plan Maestro Quinto Centenario, y en el reciente proyecto de Ley, ya aprobado en segundo debate, es necesario se aclare esta paradójica discusión.Para reconocidos historiadores, Santa Marta sería fundada en el año 1526, lo que difiere de la fecha del 29 de julio de 1525, que parecería ser, más bien la celebración de su onomástico. Algunos autores, relatan que se divisó las costas de Santa Marta, desde 1499, y entre 1501 y 1526, llegarían conquistadores, algunos violentos y avaros como Cristóbal Guerra, Juan de la cosa, y Rodrigo de Colmenares, otros a tener que enfrentarse a los nativos como Pedrarias Dávila; o en una siguiente visita, ya ungido con la respectiva capitulación, que lo nombraba adelantado y gobernador,  la nueva llegada de Rodrigo de Bastidas, según algunos autores, partiendo de Santo Domingo en mayo y llegando a tierra firme en junio de 1526. Se resalta que una fecha sería desde cuando los conquistadores españoles divisaron el continente en Santa Marta y la empezaron a llamar así a comienzos del siglo XVI, otro momento cuando regresó Bastidas y después el de la ceremonia de fundación de la Villa de Santa Marta.Al parecer no sería tan pertinente esta discusión, frente a las necesidades de la ciudad y las posibilidades que una celebración, de esta magnitud, refiere para el progreso de Santa Marta y su reconocimiento en la historia de Colombia. Sobre todo, teniendo en cuenta que, para muchos en la ciudad, el navegante, conquistador y notario Rodrigo de Bastidas, sólo sería recordado en la actualidad, de manera lamentable, por la estatua en su honor, puesta en la Calle 14, en el camellón de Santa Marta, que simbolizaría el relato de cómo la ciudad ha crecido de espaldas al mar. Siempre sería conveniente, en el marco de esta conmemoración, esta precisión histórica, que se podría solventar con un diálogo académico, entre actores claves, que lleve a una reflexión sobre nuestra historiografía y a documentar, con mayor claridad, la fecha de la fundación de Santa Marta. Queda la invitación a las instituciones públicas y a sus representantes, a las universidades, y a los historiadores, y abierto el debate, de cara a la ciudadanía samaria y magdalenense.