Desde el 7 de agosto de 2010, el país es otro. Sin duda alguna nuestro presidente JMS, es un estadista en todo el sentido de la palabra: hombre honesto, digno heredero de su tío-abuelo don Eduardo Santos, hombre de gran saber, pragmático, sincero y con grandes calidades morales e intelectuales. No en vano, su imagen sigue intacta con un 85 por ciento de popularidad, según el Centro Nacional de Consultoría, así se llenen de cólera ciertos viudos del poder.
Nuestro presidente JMS, logró en un año lo que no había hecho Uribe Vélez en ocho: despolarizó el sectarismo y el odio que reinó en los dos cuatrienios anteriores; restauró las relaciones con los países vecinos, ya que muchos de nuestros compatriotas sobreviven por la frontera; destapó casos de corrupción aberrantes; a nivel de Latinoamérica ya Colombia no es vista con desconfianza; tendió puentes con los partidos de oposición; mejoró con base en el respeto las relaciones con la justicia; hizo aprobar importantes proyectos como la Ley de Víctimas y Regalías y lo más importante, tiene en mente una gran política social ya que su meta es: reducir la pobreza.
Así que sin tapujos, ni nada, podemos decir ampliamente que tenemos un Presidente más real que virtual, más social que neoliberal y más respetuoso que sinuoso y sobre todo: más tolerante que intolerante. ¡Mil gracias, Presidente!
Ñapa 1. Felicitaciones al Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo por sus 25 años y en especial a su directora Dra. Zarita Abello, quien ha trabajado sin descanso y contra viento y marea por regalarnos tan hermoso espacio cultural.
Ñapa 2. ¡Increíble! En el portal Kienyke.com sacaron a relucir las pensiones de los ex presidentes.
Lo más denigrante: el finado Carlos Lemos Simmonds con sólo 9 días como mandatario, obtuvo la pensión. Su viuda en trece años ha recibido más $3.000 millones de pesos, esto sí que es ejemplo de la enorme desigualdad social que vive el país. No habrá falta el dirigente liberal que diga que el finado, le sirvió al país, cuando fue al contrario: él se sirvió del país.
Ñapa 3. Vuelve y juega el cinismo del ex presidente Samper, al confirmar que no está de acuerdo con que el Congreso apruebe la inmunidad parlamentaria, expresó "los legisladores no deben acudir "a que les den una coraza" para que no puedan ser procesados porque "esa sería una especie de inmunidad gratuita". Vaya que si lo sabe, porque a él lo exoneró con todas las pruebas la Cámara de Representantes en pleno, en donde sabía que no le iba a pasar nada.