Reza en el Código Único Disciplinario, en su Artículo 23: "La falta disciplinaria. Constituye falta disciplinaria, y por lo tanto da lugar a la acción e imposición de la sanción correspondiente, la incursión en cualquiera de las conductas o comportamientos previstos en este código que conlleve incumplimiento de deberes, extralimitación en el ejercicio de derechos y funciones, prohibiciones y violación del régimen de inhabilidades, incompatibilidades, impedimentos y conflicto de intereses, sin estar amparado por cualquiera de las causales de exclusión de responsabilidad contempladas en el Artículo 28 del presente ordenamiento."
Dos ministros del gobierno Uribe, el de Minas y el de Comercio, Industria y Turismo, tienen sendos puestos de ejecutivos, ganando salarios de emires árabes, en empresas privadas en las cuales como funcionarios tuvieron que tomar decisiones que favorecían a las compañías donde están actualmente y lo que es peor, (claro, mejor para ellos) se van con secretos de esos ministerios.
Desde luego que esa actitud antiética no viene sólo del gobierno Uribe. Esa puerta giratoria entre lo público y lo privado es un hobby normal en nuestra clase tecnócrata y política que se pasan de puesto sin pudor alguno. Eso ha pasado en los gobiernos de Pastrana, Samper y Gaviria, en este último el famoso Kínder de Palacio, si que se enchafainarón con puestos en entidades privadas. Hasta el ex presidente Gaviria después de su ola de privatizaciones, de quebrar el agro y de que cientos de miles de compatriotas perdieron sus casas por cuenta de sus políticas económicas, se fue como secretario de la OEA.
Lo común en el país era que uno veía a ex ministros de Hacienda, ex directores de Planeación y demás funcionarios en entidades económicas multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que se van con secretos de Estado a trabajar como asesores en Estados Unidos. Se entregaban y se siguen entregando al gran capital.
Por eso se aplaude la actitud del gobierno de JMS y de su Ministro del Interior y la Justicia, quienes le metieron el hombro a la aprobación del proyecto de ley número 174 de 2010 Cámara, 142 de 2010 Senado "Por la cual se dictan normas orientadas a fortalecer los mecanismos de prevención, investigación y sanción de actos de corrupción y la efectividad del control de la gestión pública" en el que se aprobó inhabilidad para funcionarios públicos por dos años.
Es decir, les toca esperar ese tiempo para entrar a una compañía donde como funcionario público tomaron decisiones.
Mi ñapa: La señora Adelina Covo, quien desde que tengo uso de razón ha ocupado diversos puestos públicos, se gana en pensión la bobadita de 17 millones de pesos al mes, con apenas 53 años. Un ejemplo más de las desigualdades sociales de este país y de la viveza de unos pocos.