La ola invernal que azota al país no respetó ni la Semana Mayor. Numerosas familias se vieron obligadas a suspender viajes de reencuentros familiares, por el mal estado de las carreteras y el temor a ser víctimas de los derrumbes.
El municipio de Útica prácticamente desapareció. Los campesinos de Ubaté están en la quiebra, viéndose obligados a vender el poco ganado que les queda. El rico municipio de Chía, vecino de Bogotá, está lleno de agua por todos lados. Municipios de Boyacá agonizan, así como su infraestructura vial. Ocho barrios de la histórica ciudad de Honda, fueron arrasados por la fuerza inexpugnable del Magdalena. Barrios como Engativá y Bosa en la capital, con el agua hasta el cuello.
Por lo menos el municipio de Plato, no sufrió esta vez los embates de la naturaleza. Ni tampoco barrios de Santa Marta, como Chimila y Bastidas, pero eso no quiere decir que estemos a salvo. Cuando la naturaleza amenaza hay que temerle, pero también saber prevenirla.
Toda la tragedia invernal es culpa de un Estado, que por años se hizo el de la vista gorda con las carreteras. Y por una clase dirigente que se hizo la ciega con la nefasta apertura económica del gobierno Gaviria, quien prevaleció a los grandes camiones y dejó acabar Puertos de Colombia y el servicio de tren ¿Para qué un TLC si nuestras vías están de mal en peor?, ¿No le cabe acaso responsabilidad también a esas mulas que transitan con su carga pesada sobre las vías?
No le quedará fácil al actual gobierno y responder por lo que dejaron de hacer gobiernos anteriores, pero confiamos en la responsabilidad de un Estado que por décadas dejó al vaivén de contratistas inescrupulosos el manejo de nuestras vías. Y, confiemos también en la ayuda del Gobierno Nacional para con la gente laboriosa que hizo fortuna durante años y vio desaparecer en segundos lo que logró honestamente con el sudor de su frente. Un gran reto para nuestro presidente JMS.
Ñapa. Nos dice la revista Semana, que un grupo de neonazis, se reunió en Bogotá para celebrar el natalicio de Hitler. ¿Quiénes conforman ese grupo aquí?, ¿no es una muestra fehaciente de que la mayoría de colombianos son intolerantes?