Si existe en el mundo un estadista que maneja las relaciones políticas de forma diferente, ese es Jimmy Carter. De tan importante personaje podemos decir que fue presidente de los Estados Unidos de 1977 a 1981 y le fue otorgado el premio Nobel de Literatura en el 2002, por su defensa a favor de los derechos humanos y de la solución pacífica de los conflictos.
Pero era incómodo para los poderosos. Los halcones de la derecha americana lo acusaron de débil, por lo sucedido en la embajada americana en Irán -donde estudiantes iraníes secuestraron a varios americanos más de un año- y por el éxodo Mariel-en el que llegaron cientos de miles de Cubanos a las playas de Miami. Todo esto conllevó al miedo generalizado en su país y optaron por el siniestro Ronald Reagan, inaugurando un periodo lleno de confrontaciones e invasiones bélicas en el orbe.
Traigo a colación al Dr. Carter, por la mediación que pidió el mandatario venezolano en la crisis que vive Libia. De Carter, según dicen sus malquerientes, resultó mejor ex presidente que presidente, tratando de ocultar su coherencia, cuya estatura moral es reconocida y admirada. Su discreta intervención puede ayudar a calmar los ánimos en el Medio Oriente.
Ñapa 1. Felicitaciones a Claudia López. Logró imponer la libertad de expresión por encima de las cínicas pretensiones del cínico de Ernesto Samper.
Ñapa 2. Bien por El Espectador. Se anotó un hip con los documentos de Wikileaks sobre Colombia.
Ñapa 3. Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. Recordemos a las miles de viudas, desplazadas y huérfanas que ha dejado la guerra en nuestro país.