Es rico y apetitoso instigar la guerra. Fomentarla, apoyarla. Muchos colombianos, detestamos, abominamos a las Farc, es innegable, por sus acciones sangrientas en contra de la población civil y por muertes inocentes que han causado, por los secuestros y por la ruina que conllevaron a muchas familias.
Empero si queremos que estos sucesos que nos llenan, de dolor y rabia no vuelvan a repetir, es necesario apoyar los diálogos de paz en La Habana. Votar por el SÍ, no es concederle todo a ese grupo insurgente ni esto se llenará de soldados cubanos ni el país lo manejará el comunismo.
Estar y apoyar la paz es poder vivir en tranquilidad después de décadas del conflicto armado. Es poder ver a esos señores echando discursos y no balas; Es verlos defender el pueblo y no secuestrarlos; es verlos haciendo propuestas a favor de los menos desfavorecidos y no extorsionarlos.
Ahora que está de moda, por así decirlo, la paz, se vendrá una artillería de falsos pazólogos, igual de peligrosos a los que azuzan la guerra, que tendrán a su nombre ONG o firmas consultoras, que aparecerán a imponer sus ideas, a expresar sus puntos de vista y de seguro a montar empresa. A formar el negocio del siglo y hacerse ricos buscando víctimas de las Farc y del Estado a costa del dolor de muchos.
Que día sin querer, estaba en una cafetería y escuché a tres personajes, hablando de la paz, del dolor de las víctimas, de lo incompetente del Estado, y a renglón seguido hablar de las buenas utilidades que le dará su organización a favor de las víctimas. Qué vergüenza sentí al escucharlos, porque, así como los que azuzan la guerra jamás han ido a echar plomo al monte, estos tres pobrecillos de espíritu jamás han sufrido del conflicto armado, pero sí se aprovecharán de el. Estos falsos pazólogos van es a vivir de la teta del Estado.
Así que mucho cuidado con estos falsos profetas o pazólogos.
Deportistas. Valiosos. Esa es la palabra para nuestros deportistas en los Olímpicos. Muestran gran humildad.
Sociedad. Pronta fue la justicia para David Murcia. Y larga para los implicados de Interbolsa. Claro aquí Murcia era un don nadie, y los cuatro tipos de la comisionista de estrato alto.