Supongamos, es sólo un suponer que los ilustres Manuel Cepeda y Carlos Gustavo Arrieta, no hubieran sido bogotanos, sino costeños, pueden ser Samarios, Cienagueros, Cereteanos, Barranquilleros, Sincelejanos, Banqueños, Plateños o Riohacheros.
Admitamos que los ilustres Ministro de Hacienda y su hermano el contratista, no hubieran sido bogotanos, sino Turbaqueros, Sabanalargueros, Fonsequeros, Vallenatos o Monterianos.
Y supongamos que la canciller también fuera costeña, la misma que nombró a Arrieta defensor ante La Haya, y fue ella misma su secretaria privada cuando el anterior fungía como Procurador General de la Nación en el gobierno Gaviria. Ambos fueron jefe y subordinado.
Si todas estas personas mencionadas fueran de la Costa Caribe, los grandes y poderosos medios de la capital, no sólo los hubieran atacado diariamente y paralelamente habrían escudriñado historias oscuras y bienes en sospechas, sino que hace rato por las mismas presiones del mal llamado cuarto poder, habrían renunciado.
Pero no. Aquí muy por debajo se limitan a hablar de las grandes calidades académicas de nuestros dos frescos defensores ante el proceso en La Haya, y de las virtudes del ministro y hermano. Hasta ahí llega el tema, pero no pasa nada y los cinco en mención ni se inmutan, hasta uno quiere ser Presidente de la República.
Los medios no miden con el mismo rasero a todo el mundo. Aunque debemos reconocer que estos contratos u oportunidades no son corruptos ni ellos tampoco lo son. Lo que si demuestra es lo que expresó el líder Jorge Eliecer Gaitán, y que el pasado nueve de abril se cumplieron 68 años de su impune asesinato “La oligarquía es la concentración del poder total en un pequeño grupo que labora para sus propios intereses, a espaldas del resto de la comunidad”
Vergüenza. Eso es lo que podemos expresar al ver qué es lo que consumen cientos de miles de niños colombianos en los colegios. Muchos contratistas inescrupulosos que dan bienestarina podrida, pan viejo y frutas en mal estado, y ellos frescos en su conciencia engordando sus cuentas.
Impedido. Puede que Néstor Humberto Martínez, esté preparado para ser Fiscal General de la Nación, como lo deben estar muchos abogados del país que no pertenecen a las roscas. Pero con tantos poderosos que son sus clientes ¿No es una gran incompatibilidad? ¿En cuántos procesos se declarará impedido?