No solo sus riquezas naturales, culturales e históricas son el atractivo de la tierra de Bastidas, un mundo lleno de sabores, colores y texturas encierra el menú que ofrece La Perla en cada esquina o calle que envuelve a cualquier visitante con sus exquisitas recetas de antaño.
Santa Marta se identifica sobretodo por sus frituras, las comidas callejeras, que poco a poco se han ido expandiendo por toda la ciudad abriendo un abanico de opciones para los comensales queel tiempo no alcanza para poder deleitar el paladar con cada una de esas delicias.
Chicha, agua de maíz, patacón relleno, empanadas: de pollo, de carne, mixtas, de chorizo, jamón con queso, de maíz con pollo, en fin… una abierta carta para escoger, caribañolas, pallas rellenas, arroz de cerdo, de lisa, de pollo, las chinchurrias de la carrea once, y los fritos de Soledad, los jugos naturales de la 16, los chorizos radioactivos del mercado y de la quinta con 19.
Estas son las verdaderas comidas callejeras que permiten conocer la cultura, la idiosincrasia, el pensamiento, el gusto y sobre todo la gastronomía de un pueblo, que se puede comunicar a través de un plato de comida o de una grasosa empanada o papa rellena, patacón relleno como los de la 17 entre tercera y segunda del Centro Histórico, esos patacones rellenos son ¡los mejores!
Todas estas delicias gastronómicas de la que Santa Marta goza en la actualidad se debe a años de historia, de mezclas no solos de condimentos sino de razas, la comida samaria tiene influencia árabe, española y africana, más la nativa eso hace esta tierra el paraíso terrenal de la ‘comelona’.
El éxito de las fritangas es que refleja la identidad de una región que ha pasado intacta a través de los años y ha logrado conservarse por lo que le da ese toque hogareño a sus preparaciones que al final es lo que buscan los comensales.
Es decir que estos alimentos caseros han transcendido y se han conservado en las tradiciones gastronómicas de la región Caribe y en las familias guardando su misticismo.
Gastronomía macondiana
La evolución de la sociedad ha demandado cierto cambios en la forma de compartir a la hora de consumir estas delicias callejeras ya no se le llama comida rápida, sino fastfood, que viene siendo la mismo pero inglés para darle más caché.
Sin embargo no solo el nombre o la denominación es la que ha cambiado, todo lo anterior es comida rápida, sin dejar de lado las deliciosas salchipapas, las cuales son únicas en toda la bolita del mundo, la forma como la preparan en Santa Marta es inigualable y según un chef resultan hasta ser una comida completa puesto que tiene verduras, harina o sea las papas fritas, proteínas es decir carne, pollo, carnes frías y salsas, una deliciosa y ¿nutritiva? Preparación.
Esto es lo más apetecido del menú callejero samario, sin dejar de lado los perros calientes como los demorados de Donde Jefry o los de Pluto, los famosos cebolleros, una gran variedad de puntos donde ofrecen distintas combinaciones dehotdog que ¡Dios! Se podría comer toda la vida.
Y qué decir de las hamburguesas, esos deliciosos monumentos que le hacen honor al colesterol, pero que son una exquisitez al paladar, nadie se puede resistir a una hamburguesa, doble carne rellena de queso acompañada de tocineta y quedo derretido por fuera y unas crocantes papitas fritas.
Las sopas de pescado como las que están al lado de la parroquia San Francisco de Asís como la de San Andresito, los deditos de la 22 con Pony Malta, comidas de mar, los pasteles también hacen parte de la gastronomía callejera que se ha expandido por toda la ciudad ampliando los sitios a visitar en toda la ciudad haciéndola turísticamente más atractiva.
En los últimos tiempos Santa Marta se ha visto ‘invadida’ por plazoletas de comida a cielo a abierto, una moda que viene en ascenso y ha sido positivamente acogido tanto por los samarios como por los turistas.
Aunque es amplía la gama de posibilidades para comer, aún siguen estando en primera lista las frituras, puesto que es algo muy autóctono de la tradición callejera.
Variada oferta
Las plazoletas de comidas con sus modelos de foodtrucks, ofrecen un sin número y muy variado placer a la hora de elegir lo que se quiere degustar, diferentes estilos de preparaciones, origen, entretenimiento y decoración ha hecho llamativo estos lugares que se han expandido como ‘plaga’ por toda la ciudad llenándola de sabores, texturas y colores.
Son más de 10 plazoletas de comidas las que se pueden encontrar en la ciudad actualmente, en todos los sectores hay al menos una en las que familias, grupos de amigos, parejas, pueden disfrutar de un agradable espacio cada uno con un concepto diferente que ofrece comida de diferentes partes del mundo incluyendo la propia.
Comida colombiana, mexicana, árabe, italiana, española, venezolana, peruana, entre otras hacen parte de toda la oferta que en estos lugares se puede encontrar, que ofrecen todo en mismo lugar, listo para compartir.
Se puede compartir en lugares como: De Picnic, el Patio Santa Marta, El Pueblito Food Place, Rodeo Food, Rodatrucks, Rodadero Plaza Inn, Puerto Madero, La Plaza de San Pedro, Container Center, entre otros, que poco a poco han ido calando en el gusto de los samarios volviéndose un lugar predilecto para reuniones.
Ante todo este boom de sitios de moda, los tradicionales como Vomito, Quile, las empanadas de Los Ángeles, siguen siendo por tradición las comidas callejeras predilectas por el paladar de los samarios y turistas que sacian sus antojos con los verdaderos placeres que brinda esta comida poco nutritiva.
https://www.youtube.com/watch?v=GS-sty-oNyM
Por Lala Esmeral Muñoz
Periodista EL INFORMADOR
