El Papa Francisco concluyó un viaje histórico a Irak realizado del 5 al 8 de marzo de 2021, la primera visita papal a este país afectado a lo largo de los años por la guerra, la inseguridad y también por la pandemia del coronavirus.
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Durante su estancia en Irak el papa visitó las ciudades de Nayaf, Erbil, Mosul y Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de Irak, además de la capital y del área arqueológica de Ur de los Caldeos, donde la tradición indica que nació el profeta Abraham.
El domingo el Papa Francisco rezó por las víctimas de todas las guerras en un acto realizado en Mosul, ciudad devastada por el grupo terrorista Estado Islámico. Posteriormente se dirigió a Erbil, capital de la región del Kurdistán, cuidad que se convirtió en el refugio de miles de personas que tuvieron que escapar de Mosul y Qaraqosh durante el auge del Estado Islámico hacia 2014.
En el Estadio Franso Hariri de Erbil el Papa Francisco ofició la Santa Misa dominical ante una multitud cercana a los 10.000 fieles que asistieron al lugar. Durante la Homilía, el Santo Padre resaltó que la Iglesia de Irak está viva, haciendo una labor por los mas necesitados.
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Agregó que, en medio de una gran pobreza y dificultad, muchos de los iraquíes han ofrecido generosamente una ayuda concreta y solidaridad a los pobres y a los que sufren.
Durante la ceremonia en el Estadio de Erbil, antes de iniciar la misa, el Papa Francisco bendijo e incensó una estatua de la Virgen María que fue profanada por Isis. La imagen se estropeó durante la ocupación de el grupo yihadista en la llanura de Nínive, de 2014 a 2017, había sido decapitada y, además, le cortaron las manos. La cabeza se recuperó y se volvió a unir a la estatua, pero las manos se perdieron. Artesanos iraquíes trabajaron para reparar la estatua antes de la visita papal.
La estatua proviene del pueblo cristiano de Karamles. La imagen mariana se devolvió a Karemlash después de la misa. Un signo de esperanza para iluminar con la fe la llanura de Nínive.
La petición del Papa a los iraquíes
Finalizando la homilía, el Santo Padre expresó que ya estaba cerca el momento de volver a Roma, “pero Irak permanecerá siempre conmigo, en mi corazón”. Acto seguido elevó una petición al pueblo iraquí a trabajar por la paz.
“Les pido a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas, que trabajen juntos en unidad por un futuro de paz y prosperidad que no discrimine ni deje atrás a nadie. Les aseguro mi oración por este amado país. Rezo, de manera especial, para que los miembros de las distintas comunidades religiosas, junto con todos los hombres y las mujeres de buena voluntad, cooperen para estrechar lazos de fraternidad y solidaridad al servicio del bien y de la paz”, expresó el Papa Francisco.
Tras la visita del Papa Francisco, este lunes el presidente de Irak, Barham Saleh calificó el viaje como "una señal de paz y amor” que trajo un mensaje de gran solidaridad humanitaria con dicho país, “que está exhausto por décadas de violencia y conflictos".
"Su reconfortante presencia fue una señal de paz y amor que permanecerá inmortal en el corazón de todos los sectores del pueblo, que anhela seguridad y paz", dijo el mandatario a través de su cuenta de Twitter junto a una foto en la que despedía al pontífice en la escalera del avión en el aeropuerto de Bagdad.
De vuelta a Roma
Inmediatamente después de su salida en avión de Bagdad, el Santo Padre Francisco envió un mensaje telegráfico al presidente de la República, Barham Saleh, agradeciendo por la acogida que recibió.
“Al partir de Irak al concluir mi viaje apostólico, expreso una vez más mi profundo agradecimiento a su excelencia y al amado pueblo de Irak por la cálida acogida y la generosa hospitalidad que me han dispensado durante mi estancia. Con fervientes buenos deseos y oraciones por la paz, la unidad y la prosperidad de la nación, invoco sobre todos las copiosas bendiciones del Dios Altísimo”, dice el telegrama publicado por la Santa Sede.
10.000 fieles asistieron a la Santa Misa que ofició el Papa Francisco en el Estadio Franso Hariri en Erbil el domingo.
"Nuestro encuentro demuestra que el terrorismo y la muerte nunca tienen la última palabra".
Los viajes de Francisco a naciones musulmanas
Aunque la visita oficial a Irak tiene un carácter histórico e interreligioso sin igual, no es el primer viaje del Santo Padre a una nación musulmana.
Durante su pontificado, Francisco ha visitado diez naciones musulmanas para cumplir su propósito de tener diálogos interreligiosos y acercarse en fraternidad, en este caso con el islam.
En mayo de 2014 visitó Jordania, lugar donde tuvo un encuentro con el rey Abdalá II; en el mismo año viajó a Albania y luego a Turquía, donde visitó la mezquita Azul y participó del rezo con líderes musulmanes. En junio de 2015 estuvo en Bosnia, un país de musulmanes, cristianos ortodoxos, católicos y judíos; en noviembre viajó a la República Centroafricana y visitó la mezquita central de Bangui. Un año más tarde, visitó Azerbaiyán, país ubicado en la región del Cáucaso en Europa, allí visitó la famosa mezquita de Bakú.
En 2017 el Papa viajó a Egipto y visitó dos lugares, la mezquita y la universidad de al-Azhar, en el mismo año también viajó a Bangladesh. Finalmente, en 2019 visitó Emiratos Árabes Unidos donde tuvo un encuentro con el gran imán de Al-Azhar, Ahmed al Tayeb. Su último viaje había sido un mes más tarde, a Marruecos donde visito el centro Mohamed VI donde se forman los imanes.
