La crisis económica mundial, el alza en el precio de los insumos agrícolas y la intención en los mercados internacionales de bajar el precio del banano, están alterando negativamente la rentabilidad del tercer producto de exportación colombiano, el cual genera más de 50 mil empleos formales en el país.
El banano en la región Caribe es un cultivo tradicional que aporta a la seguridad alimentaria y al desarrollo económico. Sin embargo, durante el primer semestre del 2022, el contexto de crisis económica mundial generado principalmente por las externalidades de la guerra en Ucrania, derivó en un efecto inflacionario en el precio de los insumos. Esta contingencia se suma a la intención de bajar el precio del banano por parte de los grandes compradores en los mercados internacionales, entre otras acciones que alteran negativamente la productividad y rentabilidad de esta importante actividad económica en Colombia.
En los últimos años, los productores de banano del Caribe colombiano han demostrado resiliencia luego de transitar por escenarios de incertidumbre como la llegada a Colombia del Fusarium R4T y la pandemia del COVID 19. No obstante, la amenaza que constituye la baja del precio de la fruta en los mercados internacionales y el incremento en el costo de los agroinsumos, representan un agresivo desafío. Cabe resaltar que las consecuencias derivadas de estos factores podrían afectar considerablemente a la industria del tercer producto de exportación nacional, que genera más de 50 mil empleos formales en Colombia.
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Conscientes de las dificultades señaladas previamente y que corresponden a la coyuntura política y económica global, Asbama ratifica su compromiso de gestionar e impulsar un trabajo conjunto con el Gobierno Nacional, como lo manifestó José Francisco Zúñiga Cotes, presidente ejecutivo de la Asociación:
“La invitación es a continuar trabajando unidos por el crecimiento del sector bananero e intensificar la defensa del precio de la fruta en los mercados internacionales, una labor que cobra vital importancia considerando las condiciones de mercado actuales como: las exigencias en términos de certificaciones; el incremento de los agroinsumos producto de la guerra entre Rusia y Ucrania; el cumplimiento de protocolos de bioseguridad para prevenir la dispersión del Fusarium R4T y cumplir con los cada vez más exigentes estándares de calidad. Garantizar las condiciones laborales de los empresarios y trabajadores del banano beneficia a los entes territoriales con recursos vía impuestos, a las familias que tendrán una fuente oficial de empleo y, en general, a toda la comunidad que tendrá condiciones favorables para mejorar su calidad de vida”. Concluyó el directivo gremial.
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