Redacción Política
EL INFORMADOR
La directorista nacional del Partido Conservador, la samaria Luz Marina Campo Vives, le pidió a los demás miembros del directorio nacional conservador y a la bancada parlamentaria coherencia con los principios conservadores frente a la reforma tributaria del presidente Gustavo Petro, que cursa en el Congreso de la República.
La petición la hace la señora Campo Vives en una carta enviada al Directorio Nacional Conservador, fechada el 13 de octubre pasado en la que señala además que “el debate sobre la reforma tributaria amerita realizar un análisis pausado, desagregado y concienzudo. El país y los sectores de la producción esperan que éste sea responsable y nos reclaman coherencia con los principios conservadores”.
Y agrega que “cada línea de discusión para obtener recursos debe tener como regla la de generar el menor impacto posible sobre la economía nacional, sobre las unidades productivas, empresas e industrias, a fin de que, el esfuerzo por lograr mayores ingresos para el Estado no termine rebotando y se desestimule el aparato productivo de modo que en unos años no haya a quien cobrarle para recaudar”.
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Para la directorista del conservatismo, la actual situación que atraviesa el mundo, en medio de la pos pandemia y la absurda guerra contra Ucrania, obligan como partido del orden y las oportunidades, a pensar en la conveniencia de algunas iniciativas que, en razón del proyecto de reforma tributaria, se vienen discutiendo en el seno del congreso y que podría generar un riesgo al sector minero energético, que es hoy por hoy el que mayor aporte hace a la economía en medio de la incertidumbre internacional.
“El sector minero energético no es solo un gran empleador, más de 200 mil familias obtienen su sustento de esta actividad, sino que es el gran motor de la economía nacional. Se espera que, para el año 2023, el sector aporte cerca de 90 billones de pesos en impuesto de renta y regalías, ingresos para la Nación que se podrían poner en riesgo, teniendo en cuenta la alta carga tributaria que impone la Reforma en trámite sobre estas empresas, lo que pondría en riesgo su subsistencia. Ahora bien, vale la pena recordar que mayores impuestos no necesariamente significan mayor recaudo”, afirma.
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Y advierte que “no es lógico matar a la gallina de los huevos de oro, así como no es coherente con nuestros valores democráticos poner en riesgo la estabilidad de las finanzas nacionales y la credibilidad del Estado Colombiano como destino de inversión por un afán desmedido por golpear un sector que no le agrada al gobierno de turno. Con ello no se pide que no se grabe a este sector que producto de los precios internacionales se encuentra en bonanza, se pide que se haga de manera responsable”.
Considera que “la sobretasa al impuesto de renta en 10 puntos, constituye una medida dura que amerita discusión, pero a mi juicio, si es sometida a una condición de precio puede significar una fuente sostenible de recaudo para el Estado. Sin embargo, eliminar la deducibilidad de las regalías frente al impuesto de renta es un golpe que probablemente termine eliminando la competitividad del sector, y por ende termine destruyendo miles de puestos de trabajo bien remunerado y saque varios billones de las arcas nacionales”.
Y concluye diciendo que “en virtud de lo anterior, apelo al conservatismo para que haga honor a su tradición y principios en defensa de la sostenibilidad de las finanzas públicas y de la libre empresa, para que propenda por la protección del sector minero energético y defienda a la no eliminación de la deducibilidad de las regalías frente al impuesto de renta por el riesgo que esta iniciativa representa para el sector”.
