"Estén despiertos para que puedan escapar de todo lo que está por suceder".
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Reflexión: Permitamos que el amor, el perdón y la solidaridad sean la brújula de nuestro corazón, para dejarnos abrazar y poseer por el Señor.