Deterioro ambiental destruye la naturaleza

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Ante el concebido deterioro ambiental no solo de la ciudad sino también del departamento, se requiere una ruta de atención y acción con base en herramientas de conceptualización para que avance en retos y compromisos para visualizar e impulsar estrategias de solución y de connotación integral; visión y valores que salvaguarden la pluralidad de este problema, bajo una óptica crítica y analítica enfocada en la construcción de una mirada especifica de la sociedad con el objeto de estudiar, analizar y discutir las causas y consecuencias que originan el deterioro del medio ambiente. En Santa Marta y otras ciudades del país, es urgente y necesario crear mecanismos de cooperación entre todos, en aras de impulsar proyectos estratégicos que prioricen, validen y promocionen el significado de naturaleza y su alcance, para el bienestar social de la humanidad.
Se habla mucho del medio ambiente, pero ¿realmente se protege?, hay lugares que deben permanecer intactos como la naturaleza nos lo dio; normatividad al respecto existe para aplicar; allí no debe llegar el hombre con su ímpetu depredador, ya que de hacerlo será para dañarlos y transformarlos negativamente. ¿Dónde está la intervención estatal para proteger el interés general?
A través de esta columna ilustro una propuesta personal y colectiva al mismo tiempo con un solo horizonte motivacional, que busca a todas luces dar solución integral a la problemática ambiental que por desgracia llegó para quedarse como una herencia testimonial.
¿Quién nos dejó este legado? Este interrogante se enmarca en una reflexión articulada al desarrollo de la ciudad enfrentado a otro fenómeno de gran confrontación, el minero energético "explotación del carbón", aunque si bien es cierto en Santa Marta convivimos como siameses entorno a estos dos actores; es indudable que el uno afecta el progreso de la industria sin chimenea (turismo); estos son testimonios incontrovertibles que despiertan preocupación y como tal es la semblanza de una generación que tiende día a día a despertar, no estando dispuesta a quedar sepultada bajo el polvillo del carbón y de la precaria estructura de obras en materia de saneamiento básico ambiental.
Si realmente queremos a Santa Marta como una urbe turística por excelencia a la cual se le quiere mostrar dentro de un polo de desarrollo, debemos salir del letargo al que estamos atornillados dentro de una desgastante situación de aislamiento, razón más que fundamental que nos permite rechazar los análisis ingenuos, simplistas y errados que presentan algunos ambientalistas, aduciendo que las Corporaciones Autónomas Regionales "CAR" enfrentan y solucionan la problemática ambiental; pero la verdad que se materializa ante la retina del mas desprevenido ciudadano es otra; un ejemplo referencial lo constituye el abandono y situación calamitosa o que registran las cuencas y rondas hidráulicas a saber ríos, quebradas, ciénagas, playas, sierras, bosques, parques y demás diversidad rica y exuberante de la naturaleza que están insertas en un panorama de desasosiego total bajo un proceso atrapado en ambigüedades; todas estas irregularidades causan un impacto social de gran relevancia.
Un somero diagnóstico de los principales problemas que aquejan el medio ambiente en el Caribe colombiano lo configuran la falta de una eficiente y eficaz acción de liderazgo, seguimiento, monitoreo y veedurías que fundamenten argumentos sólidos para salvaguardar el medio ambiente. Excelente y tenaz desempeño en la difusión y defensa del entorno social. Toda esta práctica inmoral de confrontación ideológica entorno al rol de las CAR, se perfila como alternativa de cambio que avance en la capacitación y concientización de sus ejecutivos, exalte el valor de la ética en sus actuaciones y lo más importante que fortalezca el desarrollo institucional de estas, con fuerza positiva y esperanza moderada que impulse deberes misionales para actuar sobre los compromisos adquiridos.