El parque Taykú

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Bustamante Barros

Carlos Bustamante Barros

Columna: Columna Caribeña

e-mail: cm-bustamante@hotmail.com



Recuerdo como estela fulgurante de luz en la noche oscura que hace 12 años atrás apareció como por arte de magia una valla gigantesca bien pintada sobre la esquina de la calle 22 con Avenida de los Estudiantes, en la cual podía observarse una maqueta bien diseñada de un parque recreacional con parqueaderos para automóviles, zonas verdes, área de juegos mecánicos, cafeterías, restaurantes, planos de canchas deportivas, mallas de protección, lo cual permitía inferir que en pocos años la ciudad contaría con un parque recreacional, moderno, bien acondicionado para el sano esparcimiento y la recreación deseables.

Sin embargo, los posteriores inconvenientes en la ejecución de la obra indicaban que existían fallas protuberantes de orden presupuestal y en materia de cumplimiento contractual, hechos estos que a la postre paralizarían la construcción del proyectado parque, en la cual se han producido señalamientos de responsabilidades mutuas por autoridades, Gobernación, el Distrito y el Ministerio de Agricultura, asociados para la realización de la obra proyectada.

En los cuestionamientos públicos que se han hecho en foros abiertos de la proyectada y fracasada obra se han esbozado tesis relacionadas con que los recursos destinados para el cumplimiento de esta finalidad fueron embargados y destinados para el pago de otras cuentas, lo cual nos indica obviamente que no hay dinero para continuar y culminar a obra.

Aparte de las objetividades expresadas con anterioridad se ha formulado en simposios y mesas abiertas ante autoridades judiciales y disciplinarias (señor fiscal y señor procurador) denuncias de corrupción por contratos leoninos en la mencionada obra, por lo cual se adelantan las investigaciones pertinentes en los órganos estatales señalados, en la que es preciso esperar los resultados de las pesquisas desarrolladas por los sabuesos judiciales así como las decisiones de fondo, pero mientras todo ello se cumple existe la presunción de inocencia para los imputados por tanto no es aceptable a la luz de la ley que periodistas y/o ciudadanos comunes realicen señalamientos de responsabilidades penales sobre personas determinadas por cuanto no es ámbito de su competencia, lo expresado con anterioridad surge por el derecho al buen nombre que tienen los asociados de la nación colombiana.

En todo caso sea oportuno señalar que el proyectado y fracasado parque Taykú de la ciudad de Santa Marta, es un buen ejemplo de la improvisación, en un país pobre como lo es Colombia, no debe darse el hecho de malgastar recursos económicos e intelectuales para proyectos irrealizables que a fin de cuentas causan erogaciones cuantiosas e insospechadas de los contribuyentes, afectando de ese modo los recursos del erario público que ven frustrado el destino del pago de sus impuestos los cuales toman sendas oscuras y sigilosas alentando la corrupción que socava la dignidad del prójimo con el dinero mal habido que compra conciencia del ciudadano pobre, encarece la vida, corrompiendo de ese modo al núcleo social mayoritario.

Con todos los problemas que han surgido con el proyectado y fracasado parque Taykú que han impedido su ejecución, lo mejor sería archivar definitivamente el proyecto, cuyos vicios de forma y de fondo transgreden requisitos sustanciales exigidos por la ley, para que de ese modo puedan auscultarse otras opciones en el futuro de esa gran área de terreno que cubre una manzana completa, la cual dada su privilegiada ubicación en el centro de la ciudad, es muy apetecible para la inversión como podría ser la construcción de centros comerciales e incluso una gran concha acústica con visos modernos para la presentación de conciertos musicales que pueda adaptarse al mismo tiempo como cancha deportiva para practica de microfútbol haciéndola versátil, y sostenible.

El ideario de la construcción de parques para el sano esparcimiento y la recreación es un buen punto en la cual la ciudad de Bastidas luce bastante alicaída, casi no existen en todo el ámbito urbanístico, los pocos que hay están mal cuidados y abandonados a su suerte, lo cual quiere decir que no ha existido verdadero consenso en las últimas administraciones distritales de turno para emprender un ambicioso proyecto que haga posible construir en Santa Marta varios parques, destinando parte del rubro presupuestal de los ciento cuarenta mil millones de pesos para estos fines encomiables.

Un buen ejemplo de la desidia en materia de parques es el Polideportivo, lugar este cercano al estadio Eduardo Santos que ofrece todas las garantías necesarias para constituirlo en el mejor parque de Santa Marta y la costa Caribe, incluso en un tiempo atrás circularon en los medios informaciones que daban cuenta que su administración iba a ser asumida por reconocidos parques de la ciudad de Bogotá, con mucha experiencia en el tema , lo cual se constituía en una esperanza cierta para el sano esparcimiento y la recreación pero que finalmente fracasó por las altas exigencias económicas de las autoridades del Distrito en materia de concesión, logrando con ello en cambio que aparezca abandonado a su suerte.

Sobre estos ejes temáticos, realmente no alcanzo a entender las razones verdaderas prodigadas por administraciones irresponsables que frenan el normal desarrollo de la ciudad, recuerdo la proyectada ensambladora de automóviles Skoda que fracasó por las altas exigencias económicas en materia de impuestos, por lo cual fue trasladada finalmente a la ciudad de Pereira que ofrecía exoneración de esos gravámenes pero que servían a ese núcleo comunitario con la generación de cinco mil empleos directos, es decir, se enfocaba la proyección de la mente en asuntos meramente de orden sociológicos del bienestar colectivo que debe prevaler por dictamen constitucional sobre consideraciones de orden personal particular, ideario enaltecedor este que debe ser emulado y asumido por quienes gobiernan la antiquísima urbe de Bastidas la cual clama por asumir verdaderamente el desarrollo que merece , o como suele decirse en nuestro lenguaje coloquial Caribe: "…. está pidiendo vía…" El mundo y la vida siguen su curso…