La más fea es la Queen

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Tulio Ramos Mancilla

Tulio Ramos Mancilla

Columna: Toma de Posiciones

e-mail: tramosmancilla@hotmail.com

Twitter: @TulioRamosM



Los desocupados de The Telegraph, diario británico, no se anduvieron con delicadezas diplomáticas cuando decidieron elaborar un escalafón de las que ellos consideran las canciones nacionales más feas del planeta.

Bonita manera de hacer sentir cómodos a los atletas que tienen que estar en Londres por estos días para poder competir olímpicamente. Sea como fuere, el sexto lugar que le asignaron a nuestro dulce himno nacional no me genera ninguna incomodidad: si estos descorteses ingleses hubieran puesto el "Oh gloria inmarcesible" en el primer lugar de los himnos más bellos del mundo, tampoco me importaría: no son ellos quienes califican nada de mi país, ni para bien ni para mal. Somos nosotros.

Cada himno nacional, cada escudo, cada bandera, cada presidente, merece respeto. Más allá de que uno rechace por alguna razón, las cosas de otros países se debe respetar. En Colombia el asunto del sexto lugar ha dolido, pues aquí se vive mucho, mucho, de lo que se dice del país en el extranjero; y, ciertamente, creo que es bastante lo que falta por aprender de esas cosas por aquí.

Como ejemplo de esto recuerdo un par de perlas que me han contado diferentes personas -gente muy seria-, que tristemente enseñan ese lado negativo de muchos compatriotas, individuos que se ofenden cuando un montón de vagos hablan mal de su canción, como si eso importara, y que, por si no fuera suficiente con ello, tienden a materializar su inseguridad metiendo la nariz en la vida de otros países.

Es decir, en lugar de, digamos, sentirse seguro de su himno nacional, y ofrecer un silencio desdeñoso de los cobardes intentos de burla, cierto colombiano busca instintivamente sentirse más confiado con su país demeritando lo de los otros. Fea contra-estrategia.

(Ambos casos a que me refiero -que no voy a contar en detalle porque no tengo tiempo- presentan algo en común: los colombianos que se han atrevido a hablar, estando en el exterior, del respectivo país en que se encuentran, han salido escaldados, regañados, por los nacionales que los acogían; pues los nuestros, creyendo congraciarse con quienes les escuchaban en medio de sendas conversaciones, decidieron criticar, ya el sistema político, ya al propio presidente, del Estado en que estaban, y terminaron siendo llamados al orden por los presentes, que, ofendidos, los mandaron a ocuparse de sus Uribes, y sus drogas, y su guerrilla, en justo ejercicio del derecho que les asistía para hacer eso. Aquí, en cambio, cualquiera viene de cualquier parte, nos habla todo lo mal que quiere de nuestro desorden, y lo premian con plata, prestigio, respetabilidad, y hasta cariño femenino. Muy mal).

Por eso, esta columna he querido dedicársela a los ingleses y su feo himno, que han pretendido imponer por todos lados. De acuerdo, podrían decir que me estoy contradiciendo por hacer lo que arriba dije que no debía hacerse, y etc.

Pero lo que deseo es diferente: que recordemos que lo que se dice de un país cualquiera, fuera del mismo, no tiene más importancia que la que se le da dentro de él: yo, por ejemplo, podría decir que ese himno colonialista británico, que se intitula "God Save the Queen" es una muestra ridícula de puritanismo rezandero que nada tiene que ver con las ambiciones imperiales británicas, tan absolutamente criminales, por decir algo, en África.

También podría decir que a Dios no le importa salvar a la anciana que regenta a sus súbditos comedores de pescado y papas, pues ella no deja de ser una señora irrelevante para la cristiandad (?), que lo único que ha hecho es liderar una familia de mantenidos. O, cambiando de tercio, también podría afirmar que Inglaterra, a pesar de toda su riqueza material, es tan pobre deportivamente que le toca competir como Gran Bretaña, pegándose a escoceses, galeses y norirlandeses para ver si juntan más medallas. En fin, nada de eso que yo podría decir importa mínimamente a los británicos, es cierto. Pero ya lo dije.