Solución del agua: ¿esta es la vencida?

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Escrito por:

Veruzka Aarón Torregrosa

Veruzka Aarón Torregrosa

Columna: Opinión

e-mail: veruzkaaaron.t@gmail.com

Twitter: @veruzkaaaron

Los últimos alcaldes de Santa Marta se han hecho elegir con la promesa de gestionar para la ciudad la solución definitiva de la crisis del agua. Una crisis, que estaba advertida desde finales de la década de los 90’ sin que se hayan tomado acciones contundentes para solucionarla. La promesa de solución se convirtió en una estrategia política para capitalizar beneficios electorales. Así, producto de los intereses mezquinos de una clase política parasita, la solución de la crisis del agua se diluyó en estudios que justificaron que corriera la plata sin resultados. Elegido un nuevo gobierno, se renueva la promesa. Sin embargo, preocupa que este cometa el error de los anteriores; improvisar la solución definitiva bien sea por la deficiencia técnica de sus proyectos y/o por intereses políticos. ¿Será esta la vencida?  

Durante los últimos 12 años la ciudad los mandatarios de turno han hecho “históricos”  anuncios sobre sus gestiones para la solución, pero de la etapa de estudios no han pasado. En 2015, durante el gobierno de Carlos Caicedo, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) contrató con firmas internacionales, estudios y diseños para la solución del abastecimiento. De estos, resultó la propuesta de Asociación Público-Privada Acueducto y Alcantarillado con captación del Río Magdalena, Toribio y Córdoba por un costo de $3.2 billones. El gobierno nacional descartó esta alternativa por considerar: “no es viable ni financiera ni técnicamente” (viceministro de Agua y Saneamiento Básico, José Luis Acero). A esto se sumaron las medidas cautelares dictadas por el Tribunal Administrativo de Magdalena del 25/10/2018, quien conminó a las autoridades a “revaluar técnicamente […] lo relacionado con captar agua del Río Magdalena”.

En 2019, el alcalde Rafael Martínez, presentó una nueva propuesta de solución: construcción de una planta desalinizadora. Esta alternativa había sido descartada por la consultoría del DNP/2015, por requerir 25 hectáreas para construcción (no disponibles) y -en su momento- un costo de inversión $2,2 billones, superior a lo previsto.

Durante el gobierno de Virna Johnson, se invirtieron cerca de $16.000 millones (convenio con Cenit-Ecopetrol) en la “ejecución de la consultoría y gerencia requerida para la elaboración de estudios y diseños de la construcción del sistema de acueducto El Curval […]”, cuya captación sería de los ríos Piedra, Guachaca y Don Diego. Esta alternativa fue sujeto de una medida cautelar solicitada por la Veeduría Agua Santa Marta, la cual, advirtió entre otros aspectos, que en sus costos de construcción no se incorporó la red de distribución eléctrica que le alimentaría ni el respectivo estudio tarifario. Consultado el sitio web de Sanear S.A.-empresa consultora-, se evidencia su limitada experiencia de estudios con pequeños municipios y corregimientos del Magdalena. ¿Por qué no contratar con firmas a la altura de la complejidad de la crisis de la ciudad?

Después de 12 años de fracasos, Carlos Pinedo, asume su gobierno con la promesa de una solución definitiva de cara a la conmemoración de los 500 años de la ciudad.  Su gobierno presentó un plan de choque integrado por los proyectos de elaboración de estudios y diseños del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado Sanitario y Pluvial, la construcción del acueducto El Curval - I etapa (Planta de Tratamiento de Agua Potable) y II etapa (ampliación de cobertura y reposición de redes)- y estudios y diseños del plan de gestión de la demanda del sistema de acueducto. Debería aclararse si el Plan Maestro incluirá estudios sobre las fuentes de captación, y si para el alcantarillado, incluirá el tratamiento para disposición final de las aguas servidas.

Cuando se esperaba haber superado la etapa de la improvisación, el alcalde Pinedo, sorprende con mensajes velados sobre “una propuesta innovadora en materia de agua” hecha por el alcalde Char. Según se ha conocido ésta consistiría en dos fases; la primera, captar agua del río Toribio y Córdoba, y la segunda, traer agua del río Magdalena. Esta alternativa sería ejecutada por Triple A.E.S.P. Barranquilla.

Inevitable preguntar al alcalde Pinedo: ¿Por qué retomar la propuesta de captación del Río Magdalena, si además de haber sido descartada por su alto costo de inversión-operación y cuestionada calidad del agua, este afluente mantiene una medida cautelar impuesta por el Tribunal del Magdalena? ¿Surge otro leonino negocio en favor de los barranquilleros?