la remetida de Benedetti contra el gobierno

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


 

El 19 de agosto del 2015 el gobierno venezolano decidió de manera provisional cerrar la frontera con nuestro país, de igual manera se dio el paso al cierre comercial entre ambos países, sin embargo, el cierre provisional de Maduro se ejecutó sólo durante el día, porque pasada las diez de la noche, hasta las tres de la mañana, desfilaban a Venezuela tractocamiones repleto de mercancías custodiados desde la frontera hasta su destino por la misma Guardia Nacional de Venezuela, no sólo por Maicao, también por Cúcuta y los llanos orientales de nuestro país, se notaba el paso de mercancías de diferentes productos. Lo que sí se llegó a ejecutar fue el paso peatonal entre las naciones hermanas.


Los siete años de cierre de frontera se reabrió, con el nuevo gobierno de Petro. El presidente Maduro no vaciló en nombrar como embajador de Venezuela en Colombia al ciudadano Félix Plasencia, luego de este nombramiento se hizo embajador de Colombia en ese país al comunicador social y periodista político, Armando Benedetti, precisamente cuando festejaba sus cincuenta y cinco años de vida. Después de lustro y medio de cierre de frontera Benedetti tenía la ardua tarea de normalizar las relaciones entre los dos países y restablecer la institucionalidad que existía desde décadas.
Las decisiones de ambos mandatarios se suponía que era un gran avance para lograr la reapertura de frontera y con ella las relaciones políticas y diplomáticas entre las naciones
El nombramiento de Benedetti como embajador de ese país, no alcanzó a los diez meses, el pasado dos del presente mes presentó renuncia del cargo que se le había asiagnado y se marchó del país de manera ilegal, porque antes debería de pedir permiso al ministro de relaciones exteriores Álvaro Leyva Durán.
Se rumora que debido a la conducta asumida por Benedetti existen graves amenaza de muerte contra él, su exesposa y sus hijos, de igual manera se ha divulgado que las amenazas al embajador y su familia se le debe a una persona cercana al gobierno, pece a las amenazas Benedetti anuncia su reintegro al país y lo ratifica: “Mi salida del país nada tiene que ver con las amenazas de las que hemos sido víctimas mi familia y yo, Salgo a cumplir con un compromiso familiar previamente adquirido. Regreso el martes”
Lo cierto es que Benedetti se marchó a Turquía, anunciando que su retorno al país lo haría el martes, mientras tanto Benedetti sigue siendo el embajador, debido que su renuncia se haría efectiva en un par de semanas, sin embargo, su despedida ha dejado al país en vilo, porque no dio fecha, ni dijo qué martes sería su bienvenida.
Benedetti deja la embajada de Venezuela en medio del escándalo desatado por sus explosivas expresiones en un vocabulario excesivamente soez, vulgar e indigno de un funcionario a quien se le ha dado la potestad de representar con alto decoro el pudor de nuestra nación.
Un representante del pueblo colombiano se halla en el caso de medir sus palabras, aquilatarlas y pesarlas. No es posible verterlas en una medida caprichosa.
Hay momentos en que ellas tienen la intensidad de un alcaloide, las palabras pronunciadas por el embajador son totalmente venenosas y dejan entre dicho la elección del mandatario, al afirmar que él, logró que entraran a la campaña del presidente, la modesta suma de quince mil millones de pesos, sin que fuesen contabilizados, lo que hace pesar que la elección del mandatario de los colombianos se realizó de manera irregular.