Don Roberto, en cuerpo y alma

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alberto Camilo Blanco Jiménez

Alberto Camilo Blanco Jiménez

Columna: Al blanco con blanco 

e-mail: albertocamiloblanco@gmail.com


Don, en el diccionario significa una dádiva o un regalo material o inmaterial que un ser superior le hace a alguien. También se puede interpretar  como una cualidad o habilidad que se posee. En estos dos casos,  las definiciones aparecen en el cuerpo y el alma de Don Roberto Hinojosa Marín.

El cuerpo pertenece al mundo físico y el alma al de las ideas, de acuerdo a la concepción idealista de Platón. En tal sentido, afirmaba el pensador griego que, el alma estaba compuesta por tres partes: La racional, es decir, la sabiduría; lo irascible, la valentía y la apetitiva, la templanza. En este ámbito Platónico, Don Roberto, en la cancha es el de las ideas para crear, el guerrero de la voluntad y el valor  y el del equilibrio de las pasiones, de tal suerte, que ese regalo inmaterial recibido de un ser superior y bien definidas y exaltadas las virtudes del alma por el filósofo ateniense. Caso contrario del cuerpo, que lo separaba del alma con el afán de no juntarlo ni mucho menos revolverlo y al final, poco o nada de atributos le encontró, salvo, el de ser las catorce ventanas del alma.


Por esta misma época de la Grecia clásica,  Aristóteles, acabó con esa cárcel corporal mediante la teoría del hilemorfismo, al  proponer que el cuerpo se compone de materia y forma, aquí el estagirita, une al cuerpo con el alma y destaca la importancia y fortaleza de los dos en el componente antropológico. En esta reivindicación corporal, por ejemplo, Don Roberto, mediante la categoría Aristotélica del acto (Lo que es) y la potencia (Lo que puede ser), pudo desarrollar en un largo proceso  sus capacidades físicas, psíquicas y motoras, que lo llevaron hoy por hoy, a potencializar sus habilidades y destrezas hasta convertirse en un futbolista de extraordinario desempeño, gracias a sus dotes corporales y espirituales que le regaló la madre naturaleza y un ser superior.


Con estos dones materiales e inmateriales, recibidos, Don Roberto, inició su vida deportiva en el Club Deportivo “OLY”, donde dio los primeros pasos formativos de su alma y de su cuerpo en el barrio “Pescaito”. La gran fundamentación y talento, que adquirió más temprano que tarde lo vinculan al Club Deportivo “Depoinsa”, del Dr. Maiguel y del buen entrenador experimentado Carlos “Caliche” Vergara. Aquí se gradúa con lujo de competencia de futbolista aficionado en el campeonato nacional sub – 17. Sus excelsas condiciones, permiten que el Club Envigado lo vea y mediante un convenio lo integran al “Club Naranja”, que no observó las virtudes de su alma y sus atributos corporales y terminaron incumpliendo lo pactado.

Luego de una disputa legal, su Club, recuperó sus derechos deportivos y se vincula al Unión Magdalena. Una vez, en el equipo Samario, Cristian Orozco, Miguel Molina, Jesús Vargas, Samuel Tapia (q.e.p.d.) y Carlos Silva, lo acondicionan para la alta competencia, en el Unión sub -20 y posteriormente pasa al cuadro profesional. En el año 2019, fue alma, nervio y motor de la media cancha “Bananera” en la categoría “A”. En los años 2020 y 2021, sobresalió en la categoría “B” y en el 2022, figura destacada en la búsqueda de la permanencia del Unión Magdalena en la primera categoría. Hoy Don Roberto es pretendido por varios equipos del fútbol profesional colombiano por su mágico fútbol. Gracias, señor: Roberto Hinojosa Segrera y señora: Liliana Marín Borja, por darle al fútbol Samario y de Colombia a Don Roberto, el de las ideas Platónicas y las realidades Aristotélicas.