Qué haremos para frenar la embestida de la inflación

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


Desde el mundo se enteró que el segundo debate presidencial había sido ganado por izquierdista, curiosamente el dólar americano de manera casi infrenable comenzó a crecer, en menos de los cien días del nuevo gobierno, ha aumentado el 7% de su valor, de seguir acrecentándose antes de que nos llegue el nuevo año, estaremos lamentando su precio a unos cinco mil pesos por cada dólar, paralelo a este crecimiento también se encuentra el yen japonés y el euro, que también pueden considerarse como moneda patrón del mundo.  

Debido a este tema con el alza del dólar, sigue la presión generada por los precios del petróleo y el fantasma de la recesión en varios países, no obstante, analistas no descartan por ahora que el precio del dólar siga subiendo, no es de extrañar que entremos al próximo año con un dólar que rompa la barrera de los 6.000 pesos, que podría llevar a muchos inversionistas a optar a sacar del país sus capitales, creando para el país el crecimiento del desempleo nacional.

La constante alza del dólar todo poderoso, ha desatado una tempestad económica en la canasta familiar. Este gobierno ha entrado con la gran dificultad del crecimiento del dólar, probablemente se deba a que los capitalistas han vivido la experiencia, que hoy viven los países de izquierda del continente que prácticamente, no sólo han entrado a una estrecha convivencia con la escasez, sino que cada día su capital irá decreciendo por algunos tipos de impuestos que nos quiere imponer la Reforma Tributaria, que hasta ahora sólo ha producido tensiones al pueblo, no es de extrañar que la norteamericanización del consumo estadounidense, también comience a decrecer, porque ya ha llegado al punto que no puede pasar por desapercibida. 

Por lo que hemos alcanzado a notar es que el gobierno no puede o no debe poner fin a las tendencias del alza de precios. No es fácil explicar la razón de que la gente se apresura en comprar artículos de primera necesidad, como ha ocurrido en Ucrania por el pánico de la guerra que hoy vive. Debido a la demanda de productos, los precios subirán rápidamente y la pérdida de pericia del gobierno para el control de la inflación, no ha hecho más que producir tensiones en los bolsillos del ciudadano colombiano.  

Si en este país no frena la inflación, el capital huiría del país, como ha ocurrido en Argentina, Brasil, Venezuela y Chile, es decir en los países que hoy se gobierna de manera izquierdista. 

Desde ya, el gobierno debe tomar un mecanismo para introducir mayores inversiones, para crear así nuevos trabajos, que pondrían en movimiento una oscilación ascendente del ciclo de los negocios. Hay que frenar los grandes desembolsos gubernamentales y hasta los “déficit” presupuestales, que hasta entonces han sido síntomas de dificultades financieras o aun de mala administración.

 El aumento continuo de precio y la congelación de salarios, es decir la inflación persistente, es un fenómeno que nos ha llevado a acostumbrarnos a lo inesperado y hasta podemos decir que ya nos estamos acostumbrados a vivir en intimidad con el desastre y el desamparo. De manera que detener la embestida de este fenómeno debe ser tarea de todos.