El domingo 13 de marzo a los colombianos nos llegó la hora de cambiar con nuestros votos los nuevos legisladores del país y consultas interpartidistas.
Dado a que elegir es una función pública es lógico pensar que para elegir a sus gobernantes los electores tienen la obligación de sufragar. En Este país se cree, que elegir mediante el voto no existe obligación de realizarlo.
Cuando se ejercía las clases cívica en los planteles de la nación, nos metían en la cabeza que votar es un derecho ciudadano que se debería ejercer de manera obligatoria, y aún lo es, pero en Colombia este derecho carece de sanción, al sufragante se le entrega una constancia por hacer ejercido su derecho a elegir y se le concede ciertos beneficios por haber asistidos a las urnas.
La mayoría de los sufragantes en Colombia demuestran su inconformismo absteniéndose de ejercer este derecho, y no existe para ellos ninguna sanción, desgraciadamente los abstencionistas o los inconformes hacen mayoría, de manera que en Colombia no elige la mayoría, sino que existe una mayoría silenciosa, que ha logrado que en Colombia gobiernen los “mayoristas” dentro de las minorías.
En muchos países donde existe a caballerosidad la elección popular, al elector se le concede un cané que debe poseer paralelo a su cédula, mientras que aquel que no llegue a ejercer este derecho, es sancionado quitándole todo lo que goza como ciudadano, es decir, si no ejerce el derecho ciudadano de elegir, sus hijos no podrá ser matriculados en ningún colegio, el ciudadano no puede adquirir ni ejercer compra de bienes, ni tendrá derecho a cambio de cheques por ninguna naturaleza, se le quita el derecho de viajar en avión y en transporte públicos, incluso se le niega el derecho de adquirir medicamentos en farmacias y droguerías, es decir pierde todo el derecho que goza como ciudadano.
Si se llegase a imponer sanción por no ejercer el derecho a elegir, probablemente el ciudadano de mostraría su inconformismo votando en blanco, si este derecho llegase a superar los votos válidos, como ya está establecido, la elección será nula y quienes fueron candidatos se le niega el derecho de ser elegido para la elección inmediata que se ha de realizar, claro que esta vez, el voto en blanco tampoco entrará en el juego político.
El voto en blanco no elige, pero sí tiene valides en echar abajo a legisladores y ejecutores que no le simpatizan al pueblo, al parecer esta norma no es totalmente democrática, porque el voto se creó para elegir, jamás para repudiar. Realmente donde existe una real democracia, no existe el voto en blanco.
El 20 de julio entrará una nueva legislación, es bueno que se legisle a conciencia, se realicen código de extremo rigor para en delincuente, que la justicia no opere a paso de paquidermos, ni sea enclenque, por lo contrario, se aplique una justicia pronta eficaz y oportuna, a ver si podemos contralar esta delincuencia creciente que tiene al país en el más alto grado de abatimiento. El legislador tiene la oportunidad de no sólo demostrar que el un buen político, sino también un gran colombiano.