Más oportunidades laborales para las mujeres

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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Existe en Colombia y en otros países tercermundistas una posición de desventaja en la familia y en la sociedad, que convierte a la mujer en blanco de violencia; esto como producto de una visión arcaica y obsoleta, que promueve una cultura sexista o el androcentrismo: es decir un modelo masculino que subordina y discrimina a la mujer. Es el panorama real actual que se observa dentro de la cosmovisión de lo femenino.
Los hechos referenciados en este contexto predisponen la identidad del varón como la fuerza del mandato del héroe; mientras que la mujer como la cuidadora, la gran heroína. Por fortuna se encuentra en el panorama Jurídico la Ley 1.413 que regula la inclusión, contribución de la mujer al desarrollo económico y social del país. Para destacar de ellas su experiencia, fuerza intelectual, paciencia y carácter. En esta contextualización, se puede afirmar que la mujer vista dentro de un estilo político controversial, donde el machismo y la discriminación hacen parte de la vida cotidiana en la cual se aprecia la subordinación a cargos laborales de responsabilidad, donde es vista más que real como un símbolo, resultando marginada en la estructura pública del Estado. También, encontramos la Ley 581, Ley de cuotas que reglamenta la adecuada y efectiva participación en los niveles decisorios de cargos públicos, mínimo el 30% de éstos para las mujeres, lo que no se está cumpliendo. Para las mujeres debe haber un equilibrio de interacciones, efectiva participación en lo público, privado y en las instancias de decisión de la sociedad civil, art. 40 de nuestra Carta Magna.

Una ex-reina de belleza, amiga, lectora de mis columnas, precisamente sobre este tema me relató: “ El reinado me abrió puertas por cierto tiempo, ya me han relegado” y eso que es profesional; también, me decía: “ Jairo, todavía puedo aportar, no como modelo, sino desde mi profesión”. A la coronada le llamaré Xiomara, le diré: Tienes toda la razón, estoy de acuerdo contigo y argumento más, la mujer de hoy está demostrando en el contexto social ser más eficiente y responsable que el hombre, posee talento, conocimiento, habilidad, sensibilidad y honestidad para poder administrar los destinos de la nación. Quien dijo que ellas tienen miedo, se proponen metas y las cumplen, desean destacarse.

Prevalece en Colombia el concepto equivocado, que el hombre debe ser el jefe del hogar y la mujer subordinada; esta apreciación injusta, anacrónica y desequilibrada es propia de una cultura machista que hay que desarraigar desde ya, a través de una responsabilidad básica ciudadana. Estas son decisiones que desbordan la atribución de privilegios que poseen las mujeres. El respeto a ellas debe priorizarse a través de una estrategia de atención que involucre el apalancamiento y articulación social, la prestación de servicios educativos, salud y otros factores que garanticen su calidad de vida.

Basta ya de ver a la mujer como la representante del sexo débil; ella, es la protagonista principal de la vida en sociedad; la mujer de hoy está preparada a la par del hombre en materia académica, física y emocional para ocupar cargos de capital trascendencia; de ahí que indiscutiblemente las observemos en su rol como Vicepresidenta, gobernadoras, alcaldesas, diputadas, concejalas, magistradas, juezas, fiscales ...Ellas están preparadas para desempeñarse en diferentes áreas, esperan sí, una oportunidad.