Existe en Colombia y en otros países tercermundistas una posición de desventaja en la familia y en la sociedad, que convierte a la mujer en blanco de violencia; esto como producto de una visión arcaica y obsoleta, que promueve una cultura sexista o el androcentrismo: es decir un modelo masculino que subordina y discrimina a la mujer. Es el panorama real actual que se observa dentro de la cosmovisión de lo femenino.
Una ex-reina de belleza, amiga, lectora de mis columnas, precisamente sobre este tema me relató: “ El reinado me abrió puertas por cierto tiempo, ya me han relegado” y eso que es profesional; también, me decía: “ Jairo, todavía puedo aportar, no como modelo, sino desde mi profesión”. A la coronada le llamaré Xiomara, le diré: Tienes toda la razón, estoy de acuerdo contigo y argumento más, la mujer de hoy está demostrando en el contexto social ser más eficiente y responsable que el hombre, posee talento, conocimiento, habilidad, sensibilidad y honestidad para poder administrar los destinos de la nación. Quien dijo que ellas tienen miedo, se proponen metas y las cumplen, desean destacarse.
Prevalece en Colombia el concepto equivocado, que el hombre debe ser el jefe del hogar y la mujer subordinada; esta apreciación injusta, anacrónica y desequilibrada es propia de una cultura machista que hay que desarraigar desde ya, a través de una responsabilidad básica ciudadana. Estas son decisiones que desbordan la atribución de privilegios que poseen las mujeres. El respeto a ellas debe priorizarse a través de una estrategia de atención que involucre el apalancamiento y articulación social, la prestación de servicios educativos, salud y otros factores que garanticen su calidad de vida.
Basta ya de ver a la mujer como la representante del sexo débil; ella, es la protagonista principal de la vida en sociedad; la mujer de hoy está preparada a la par del hombre en materia académica, física y emocional para ocupar cargos de capital trascendencia; de ahí que indiscutiblemente las observemos en su rol como Vicepresidenta, gobernadoras, alcaldesas, diputadas, concejalas, magistradas, juezas, fiscales ...Ellas están preparadas para desempeñarse en diferentes áreas, esperan sí, una oportunidad.