Mi sobrina Sofía, casi que recriminándome me enfrentó recientemente diciéndome: usted puede escribir que mis compañeros y yo deseamos volver al colegio, necesito estar con mis amiguitos, integrarnos, jugar y compartir muchas cosas, mirar a la profesora y saber que me mira; preguntarle durante la clase y fuera de la misma, ya que nos brinda confianza y no tener dudas; no me gusta que mientras estoy en clases virtuales, entran llamadas de mis tías al celular de mi mamá, interrumpiendo la clase, las cuales se rechazan, de lo contrario aceptarlas, quedaría desconectada de la clase.
Tras 18 meses de pandemia y en la mitad del tercer pico de contagios que comienza a ceder, manifestarnos que debe abrirse la posibilidad de la presencialidad educativa alternando con la virtualidad en las instituciones educativas. El pronunciamiento de las Asociaciones de Padres de Familia es importante tenerlo en cuenta y respetarlo; algunas, han manifestado que están de acuerdo con la presencialidad, otras con presencialidad y virtualidad; con esta posición está de acuerdo Sofía. Entendamos que dichas Asociaciones no se han constituido para recolectar recursos, insumos y adecuar instalaciones educativas, muchas veces les asocian o inducen a que consigan elementos para los colegios, esto no les corresponde, no son sus funciones, es obligación del Estado aportarlos.
No es un secreto, por lo general, las instituciones educativas, especialmente las públicas, refiriéndome a las aulas y áreas sanitarias, muestran deficiencias y carencias; quedan en evidencia que en el momento no son las óptimas; aulas estrechas, escasa luz y no muy ventiladas; los servicios sanitarios antihigiénicos, casi que vandalizados e insuficientes. A la fecha, buena parte de colegios del país no están en condiciones para atender a los estudiantes. Otras instituciones educativas iniciaron clases, cumpliendo las medidas de bioseguridad. El Ministerio de Salud estableció un esquema máximo de vacunación de profesores, directivos y personal de apoyo de todos los colegios oficiales y privados.
No debemos negar que en estos momentos los niños están afectados mental, social y académicamente por la pandemia; mientras ésta permanezca, se deben evaluar los programas escolares, analizando que es lo que se enseña y transmite y el método de enseñanza, que sean útiles.
Sofía manifiesta que la Educación Física desapareció; sin embargo, sigue entrenando su deporte, el patinaje, su pasión; recientemente ganó los 200 metros en su categoría, nueve años, expresa su deseo de ser Selección Colombia Sub-15.
La reacción de mi sobrina y sus compañeritos la entiendo, ellos muestran actitudes como desesperación muchas veces y otras apatías, desentendimiento. La pandemia exige que se aporten mejores condiciones de adaptabilidad en los colegios, las cuales se están dilatando y no se determinan plazos para corregir las referidas falencias, solo se replica que las condiciones no son aptas.
Es importante que se presenten estos debates, que opinen más, ya que enriquecen propician el entorno, bienestar de nuestros hijos, sobrinos ...una nueva generación a la cual le debemos entregar las mejores condiciones en la educación, siempre pensando que los derechos de los niños, prevalecen sobre los demás.