Santa Marta, necesita una recuperación integral del espacio público

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Escrito por:

Veruzka Aarón Torregrosa

Veruzka Aarón Torregrosa

Columna: Opinión

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Twitter: @veruzkaaaron


El gerente de la Empresa de Desarrollo Urbano y Sostenible de Santa Marta (EDUS), Dagoberto Ospina, informó de las modificaciones que tendrá el diseño inicial del Camellón de la Bahía, con el fin de disponer un espacio para los vendedores de jugos y fritos de la calle 16. Según Ospina, los cambios fueron objeto de estudio por parte de la Alcaldía Distrital a través de la Secretaría de Gobierno; de lo cual se infiere, que estos no fueron sometidos a la consulta de los sectores gremiales ni autoridades técnicas especializadas, relacionadas con la intervención.

Es necesario tener presente que, mediante el “Plan Especial de Protección Centro Histórico de Santa Marta”, la zona Centro, fue definida como uno de los principales recursos turísticos del área urbana local. En ésta, confluyen importantes atractivos patrimoniales determinantes para la valoración histórica, definición del paisaje urbano y el forjamiento de la identidad cultural local. En ese orden, el proyecto de recuperación del camellón Rodrigo de Bastidas, resulta de gran influencia para el Centro Histórico, pues, permite la interacción entre la actividad turística que se genera en esta localidad y el espacio público. Asimismo, contribuye en la revitalización urbanística y la cohesión sociocultural de la ciudad.

Así las cosas, que un proyecto de tan alto impacto para la ciudad, como es la recuperación del camellón de la Bahía, sufra modificaciones que no son sometidas al escrutinio público, niega la posibilidad de confiar en que, tales decisiones de la EDUS, sean las más adecuadas. Este patrón de gestión pública improvisada y de espaldas a la concertación con los sectores sociales y económicos locales, amerita una seria reflexión acerca del horizonte de desarrollo urbano y vocacional que se proyecta en el territorio.

Existe consenso en la ciudad frente a la necesidad de recuperar y transformar el espacio público en un patrimonio urbano, colectivo y seguro; sin embargo, la realidad local obliga a buscar para estas áreas, soluciones sostenibles que las consoliden, contribuyan en el fortalecimiento de la actividad turística, el fomento del sentido de pertenencia y apropiación cultural, así como, la confianza colectiva de sus usuarios.

Importantes experiencias de ciudades, son ejemplo, de cómo el espacio público puede convertirse en el punto de partida para la transformación de territorios, mediante la recuperación de centros históricos y/o la reconversión de áreas urbanas en decadencia, lo cual, además de estimular la inversión directa y generar empleo, fomenta el posicionamiento de la oferta urbana y turística en el mercado global. La recuperación y sostenibilidad del espacio público, implica gestionarlo desde la perspectiva de un activo y no de una carga.

Casos exitosos como Barcelona, que desde la década del 80’, emprendió un proceso de recuperación y redefinición del espacio público, que le permitió convertirse en uno de los más importantes destinos turísticos urbanos internacionalmente. Otro ejemplo, es la reconversión de Puerto Madero (Buenos Aires); a partir de la alianza entre los sectores público-privado, se logró la transformación del obsoleto puerto, en uno de los sectores más atractivos y dinamizadores del turismo en dicha ciudad. Barcelona y Buenos Aires, se ubicaron respectivamente, en las posiciones 33 y 85 del ranking de los 100 destinos más atractivos internacionalmente/2019 (Top 100 City Destinations).

En el nivel regional, la recuperación y ampliación del espacio público de Barranquilla, dan cuenta de la importancia de la planificación concertada, el establecimiento de alianzas con el sector privado y el apoyo en las capacidades de firmas técnicas acreditadas y de reconocida experiencia.

Las experiencias citadas, indican que la clave del éxito de recuperar y potenciar la oferta urbana de las ciudades, está en elevar el nivel técnico de sus intervenciones. Para esto, es necesario abrir espacios que permitan a empresas serias y expertas, participar en las distintas etapas de planificación y gestión de la ciudad. Asimismo, se requieren gobiernos de liderazgo político y carismático, capaces de aunar esfuerzos con los distintos sectores socioeconómicos locales, a fin de consolidar alianzas que fomenten confianza en la inversión directa.

La remodelación del camellón Rodrigo de Bastidas, es una oportunidad para configurar a partir de un espacio público de calidad, una oferta urbana con valor turístico e influencia cultural y económica.