Santa Marta, el dilema de decidir quien vive y quien muere

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Escrito por:

Veruzka Aarón Torregrosa

Veruzka Aarón Torregrosa

Columna: Opinión

e-mail: veruzkaaaron.t@gmail.com

Twitter: @veruzkaaaron


La profunda precariedad en la que ha subsistido la ciudad de Santa Marta, durante las últimas décadas, se ha agudizado recientemente por efecto de la pandemia del Covid-19. Esto, además de previsible, resultaba inminente debido a la magnitud de la crisis.
Sin embargo, con lo que no se contaba, era con un deficiente desempeño del gobierno Distrital, el cual, pese a todas las alertas, ha subestimado su responsabilidad de gestionar las condiciones necesarias para atender no solo la mayor crisis sanitaria global de la historia reciente, sino para disminuir en lo posible, los amenazadores impactos de ésta, frente a la calidad de vida de la población y la competitividad del territorio.

Los sistemas de salud, servicios públicos y la economía en general de Santa Marta, se han visto superados no solo por las consecuencias de la pandemia, sino por la dislexia administrativa de un gobierno local, que no ha hecho más que improvisar en la definición de medidas, que sin juzgar su pertinencia –pues se desconocen fundamentos técnicos que demuestren la efectividad de estas-, han resultado tardías y en algunos casos, alejadas de la proporcionalidad adecuada.

A un año de iniciada la pandemia, el Distrito, no ha sido capaz de dotar a la red de salud pública de equipos para cuidados intensivos de acuerdo con el nivel de la emergencia que se avecinaba, pues, según el criterio del Secretario de Salud, Henrique Toscano, “cuando ya está diseminada la pandemia como tal, lo más importante, lo más fundamental, no son las camas UCI. Las camas UCI es el último recurso que se necesita, más importante es la consciencia personal y ciudadana [...] no es comprar más equipos ni comprar más camas UCI”.

Por cuenta de lo anterior, los profesionales del área de la salud se enfrentan hoy al dilema de decidir, quién vive y quién muere entre sus pacientes. La ciudad, conoce esta realidad, pero la padece casi que, en silencio, pues pocos se atreven a decir en voz alta que, familiares, amigos, y/o conocidos, han muerto a la espera de una cama UCI o del traslado a una ciudad vecina para la atención adecuada.

Respecto al criterio del Secretario de Salud, se puede inferir también, que el gobierno Distrital no hizo ni lo uno ni lo otro. Pues, además de no gestionar la capacidad instalada necesaria para el sistema de salud, tampoco se encargó de fomentar ni guiar la disciplina social. Nulo, ha sido el esfuerzo por diseñar e implementar campañas ciudadanas creativas y acciones económicas efectivas para adaptar la economía local a los nuevos desafíos de la interacción social. Especialmente, para amortiguar el bache que en los ingresos de los hogares -65% viven del llamado “rebusque” en las calles- genera el confinamiento.

Las cifras no mienten. Según las autoridades de salud, entre marzo de 2020 y marzo de 2021, Santa Marta, reportó 30.413 casos positivos registrados, de los cuales 28.274 están recuperados, 1235 están activos y 832 fallecidos. Sin embargo, ha sido el mes marzo, el del pico más alto hasta ahora, pues, solo durante este periodo, la ciudad registró 7.435 contagios y 225 muertes, es decir: en marzo se produjo el 24 % del contagio y el 27% de las muertes de todo el año de pandemia. En la última semana, la cifra de contagio llegó a 2.590. Las cifras no van a bajar a sombrerazos, ni adornándolas con eufemismos, aquí lo que se requiere es gestión.

La desconexión de la actual administración frente a la realidad local y su afán de desmarcarse de sectores y líderes políticos, sociales y gremiales que no comulgan con sus credos populistas, le han restado gobernabilidad en medio de una penosa y costosa soledad. Peor resultarán para la ciudad en general, los enfrentamientos de esta con el Gobierno Nacional, de quien tanto se depende para disponer de recursos y soluciones.

El daño causado por la deficiente gestión del gobierno actual, es incalculable e irreparable. Tan peligroso como el Covid-19, ha resultado este gobierno Distrital para la salud pública.