Venezuela estrena nuevo parlamento

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


El próximo 5 de enero Venezuela estará estrenando un nuevo paramento, 277 diputados que componen la asamblea Nacional serán ocupadas por los aliados del régimen de Maduro, lo que significa que aún seguirán los venezolanos sometidos a una dictadura que ya superó dos décadas.

A pesar del distanciamiento de la oposición, la apatía y el inconformismo se notó en las elecciones, sólo el 31% del total de los que debería asistir a las urnas se hicieron presente un porcentaje menor que el que hace cinco años eligió a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional. Desde enero Guaidó deja de ser presidente, perdiendo la oposición el único poder que sustentaban. Nuevamente el chavismo retomó el control de la legislatura venezolana.

Con los tres poderes de la democracia en mano de Maduro ha quedado entre dicho el papel que desempeñaba Guaidó como líder opositor, no habrá hoy quien pueda desafiar a Maduro, también dejará existir la figura de presidente interino.

Pueda ser que nuestro vecino con esta nueva legislación el pueblo vuelva ha retomar las parcialidades que hace más de tres décadas gozaban. Sin duda este pueblo viene cargando con el peso de un mandato que le ha quitado todo los beneficios de que gozaban.

Desde finales del pasado siglo el pueblo venezolano debido al régimen implantado por Chávez y a la mitad del segundo lustro de este siglo complementado por Maduro, la población ha venido viviendo en intimo contacto con la escasez, el desamparo, en la indolencia, en una hambruna disimulada lo que hace fastidioso el vivir y lo aleja de un privilegio agresivo.

Debido a este desbordamiento social Venezuela registra un formidable éxodo marchándose a otros países en busca de la sobrevivencia, mujeres jóvenes esbeltas desbordadas en belleza que al parecer encuentra en su belleza una fórmula comercial para superar la pobreza, hacen entrega de su humanidad para tranquilizar el azote de la crueldad.

Los que en verdad queremos a Venezuela, nos ha llegado el momento de prestar ferviente atención, mejorarla, en una palabra, convertirla en una verdadera fábrica de verdad, de moralidad y cultura, de donde surjan, en los diversos grados y géneros de la transmisión instructiva, hombre ilustres de que necesita el país para resolver, más o menos tarde, con elementos propicios los problemas de todo género que plantea vital de las naciones en la vida moderna.

La prosperidad económica de un país no se improvisa ni se crea por ensalmos, como tampoco se encuentra en un régimen socialista y agresivo agitándose uno vagamente fantaseando combinaciones irrealizables llamando a gritos el capital extranjero decretando sobre el papel decretos fantásticos, para una nueva reorganización Venezuela necesita, armonía interna, seguridad social, trabajo constante y ordenado, leyes adecuadas, estímulo a la industria, espíritu de empresa, menos envidia, espíritu de asociación, detenido estudio de industrias posible, en una palabra, más ciencia, más iniciativa, más trabajo.

Además, todos deben iniciar un proyecto de solidaridad donde todos concluyan que Venezuela es el objetivo del progreso y no empeñarse en convencer a Maduro de sus actos diabólico, porque mientras se le hable del abandono del poder, Maduro se convierte en una inmensa roca que no es posible mover con palabras.