Por qué palabrero y no espondóforo

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


En la etnia Guayú hablar de paz es dejar atrás la violencia, la intranquilidad, las hostilidades, renunciar a los conflictos, mantener el equilibrio social y desistir a la guerra, para mantener la disciplina y conservar el orden social en los diferentes clanes o castas, tienen un consejero quien se encarga de mantener la armonía.

Ese personaje se encuentra lleno de experiencias para resolver conflictos, sus palabras son escuchadas como mensajes apostopal o sacerdotal, fundando la misma fe que puede instaurar en las extrañas al rezar una oración.

 A este galán de la paz en la lengua Guayú se le conoce con el nombre de Püchipüt, palabra que para mí como indígena y conocedor de la lengua no me parece bien fundada, desde niño he escuchado la palabra mannapur, esta palabra me parece más acentuada que el Püchipüt, pues a quien se le concede en derecho de mantener la paz, lleva como consigna lo que el guayú llama “a mannajá” es decir llevar mensaje de paz.  

Pero la dificultad no es prácticamente como el guayú lo quiera llamarlo, realmente es que al llevar cualquiera de las palabras al español, lo han titulado “palabrero” lo cual está supremamente lejos de la exactitud y de la fidelidad que se le ha concedido.

En la época del feudalismo cuando por cualquier razón se generaba conflicto entre clanes, los griegos conservaban un mecanismo que conducía a opacaba la crueldad y de manera definitiva concluían en armonía y conformidad. En la ciudad de Olimpia llamaban al heraldo de la paz “Sponder”, pues era el encargado de forjar la calma y mantener la paz, prácticamente su tarea era paralela a la que el “mananpur” ejerce hoy en la etnia guayú.

En la ciudad de Olimpia al Sponder se le ocurrió la idea que, si dos familias se encontraban en conflicto, la mejor manera de realizar paz entre los clanes en disputa era escoger entre los clanes a la persona humanamente de mayor corpulencia y llevarlo a un encuentro agresivo y quien saliera vencedor se ganaba el mérito de una medalla. Fue así fue como nacieron los juegos olímpicos y su nombre deriva de la ciudad de Olimpia, los griegos se presentan a estos juegos, sin antes ganarse el derecho de competir con otros países, por ser los creadores van con derecho propio.

La traducción más ortodoxa de llamar al mananpur o püchipüt puede traducirse como espondóforo, pues Sponder, llevado al español como espondo, y foro un sufijo que en nuestra lengua significa ir a, o llevar a, o también lugar donde actúan los tribunales de justicia, de manera que etimológicamente espondóforo, significa llevar mensajes de paz, mientras que “palabrero” es aquel que promete fácilmente y jamás cumple, que habla mucho sin fundamento, Palabrero es derivado de palabrería que significa abundancia de palabras sin contenido. lo mismo cantinflescas que habla mucho y no concluye nada, esta palabra deriva del cómico Cantinflas.

Aclarando lo anteriormente narrado, considero que es doble agresión llamar al mannapur o püchipüt, como palabrero.