Revisarnos, reconstruirnos, progresar

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Saúl Herrera Henríquez

Saúl Herrera Henríquez

Columna: Opinión

e-mail: saulherrera.h@gmail.com



Muchas son las delgadeces, flojedades y debilidades que tenemos en el departamento y que nos ha recordado con crudeza esta crisis, lo mismo que alertado sobre las que seguro sobrevendrán con el paso de los días, que se sumarán a nuestro ya inoperante sistema de salud; habitantes inmersos, entre otras falencias, en un mercado laboral inestable, así como la falta de empleo digno y bien remunerado, infraestructura y acceso al agua potable, una de nuestras principales, sino la principal carencia, lo mismo que inequidades en alimentación, educación, seguridad social y vivienda. Privaciones e insuficiencias que determinan desigualdad entre los sectores sociales que nos conforman.

Nuestra economía atraviesa muchas y grandes complejidades como lo demuestra la precariedad que vivimos, tales como el ya citado desempleo e incremento de la pobreza que potenciada quedará con esta calamidad, lo que amerita nuevos derroteros económicos donde no se dispersen recursos, se robustezca la capacidad de consumo de las personas, se mejore industria, comercio y se favorezca a los sectores de más ingresos, a tiempo de evitar focalizarnos en visiones limitadas, egoístas y mezquinas que no responda a nuestra realidad y más sentidas necesidades.

Vamos a necesitar respuestas claras y objetivas, sin supuestos sino con base en verdades, más cuando es claro que lo proyectado ha cambiado sustancialmente y se requiere por tanto una nueva evaluación seria, profunda, de fondo sobre lo que habrá de hacerse a futuro gubernamentalmente hablando, en particular si se considera, como muchos ya afirman, que la respuesta frente a la crisis no será la mejor. Necesitamos que estén claros los objetivos en temas tan sensibles salud, expansión del internet en zonas marginadas, el acceso a servicios, prioridades que deben replantearse, especialmente después de lo que nos ha evidenciado esta grave adversidad.

No es que se pondere con exclusividad los recursos hacia los sectores más pobres y se pierda de vista la importancia de otras variables para salir de la crisis, no, se requiere de un sano equilibrio para no afectar ningún sector y velar por acercar inversionistas que generen en grande la manera de fomentar empleo y riqueza, en lo que importaría actualizar los planes que fueren a las nuevas circunstancias y enfocarnos sin demora en mejorar los servicios prioritarios e impulsar la inversión. Es posibilitar la generación de nuevos acuerdos y salidas en este sentido y en ruta de una integral prosperidad, buen gobierno y bienestar colectivo.