Día sin IVA, pero con doble moral

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Escrito por:

Veruzka Aarón Torregrosa

Veruzka Aarón Torregrosa

Columna: Opinión

e-mail: veruzkaaaron.t@gmail.com

Twitter: @veruzkaaaron


El viernes pasado se implementó en el país, la primera de las tres jornadas programadas como “Día sin IVA”. Iniciativa planteada por el Gobierno Nacional en el marco de la reforma tributaria del año 2019, diseñada con el propósito de incentivar el consumo de productos, el impulso del uso de tarjetas de crédito y débito, y el alivio de la carga tributaria que genera el IVA de 19%, en algunos sectores de la población. En virtud de sus características, el Gobierno Nacional, decidió incorporar la medida dentro del paquete de acciones para estimular la reactivación económica en medio de la emergencia sanitaria del Covid-19.

No obstante sus propósitos, el Día Sin IVA se convirtió en el escenario en que, quedaron expuestos los peores aspectos del talante mezquino de algunos líderes políticos, gobernantes y miembros de la sociedad. Atrás quedaron casi 90 días de esfuerzos y sacrificios para evitar la propagación del virus, los cuales implicaron entre otras, la quiebra de empresas, aumento del desempleo, perdida del año estudiantil y por qué no decirlo, deterioro de la calidad de vida de nuestros adultos mayores que, han debido aislarse de sus entornos sociales y familiares para resguardar su vida.

Pese a que las causas principales de los desórdenes presentados en algunas ciudades durante la jornada, fueron la indisciplina social y las debilidades en la implementación de protocolos que debieron coordinarse por parte de las autoridades locales; para algunos líderes políticos y gobernantes, resultó más fácil, dirigir ataques y desviar sus responsabilidades hacia el Gobierno Nacional. Entretanto, ciudades como Medellín, Tunja, Bucaramanga y Pereira, dieron lecciones de comportamientos responsables, durante la misma fecha.

En medio del coctel de conductas irresponsables, llamó la atención la doble moral de ciertos políticos que se pronunciaron al respecto. Es el caso del Senador Gustavo Petro, quien por sus redes sociales manifestó: “El Gobierno está llevando a la sociedad a la enfermedad y la muerte”. Sin embargo, días antes, él mismo, promovía el desarrollo de marchas: “Colombia va a salir a las calles, no hay ninguna razón jurídica que lo pueda impedir. Es un derecho constitucional”, 15/junio/2020. Contradiciéndose nuevamente, días antes reclamó a la alcaldesa de Bogotá: “Es un absurdo abrir centros comerciales cuando la enfermedad se dispara en la ciudad” 06/junio/2020.
El Senador Petro, es apenas uno entre varios líderes políticos y gobernantes que, han pretendido tomar ventajas políticas de esta emergencia. Algunos gobernantes en especial, han optado por la estrategia de cabalgar sobre el descredito del Gobierno Nacional, para favorecer sus respectivas imágenes en las encuestas, mientras con conductas casi dolosas, ignoran el deber de gestionar e invertir recursos para el fortalecimiento de los sistemas de salud a su cargo.

Bien podría esperarse que en tales circunstancias, producto del análisis y ánimo constructivo, surgieran propuestas para mejorar la implementación de la jornada, o estrategias para hacer de esta experiencia, un punto de inflexión en el proceso de concientización ciudadana frente al cuidado individual y colectivo. Sin embargo, este sector político, como ya se les ha hecho costumbre, prefirió atrincherarse en sus redes sociales y utilizar su influencia en los medios de comunicación para fomentar mediante sus virulentos ataques, la indisciplina y el descontrol. Exacerbar el descontento social durante las crisis, les resulta más rentable políticamente.

El Día sin IVA, evidenció también que, gracias a los afanes e intereses electorales, Colombia, en lugar de avanzar hacia una cultura y madurez política, se adentra más, hacia el populismo y la polarización.
Entre bromas Cicerón, describía: “La tarea de gobernar el Estado no era más que algo en que ocuparse el tiempo entre una votación y otra”. Nada más acertado, en estos tiempos en que la política es presa de la inmediatez del espectáculo.