Debemos conservar el turismo de nuestra hidalga santa marta

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


Por el día de ayer leí en este mismo diario, que Santa Marta espera recibir al menos 600 mil visitantes en esta temporada, la cifras que nos revelan no es extrañable, el rio turístico que constantemente visita al mundo ya no se inclina totalitariamente a las altas montaña llenas de nieves que le facilitaban esquiar sobre el hielo y crea ambiente lleno de diversiones.

Hoy parece que el turismo mundial a demostrado inclinarse por conocer la zona tropical, el mar, el sol abrasador. La región soleada del planeta ha venido ocupando en el turismo mundial cierto lugar que ha alimentado el apetito del turismo universal, de igual manera nuestros centros históricos no han dejado de ser una gran cuota para la llegada de los visitantes a nuestra continente.

No existe duda que el turismo a pesar de ser una rutina en nuestro ambiente y que por años el pueblo samario ha convivido con excursiones, expediciones, viajes, giras, en una sola palabra el turismo, es también considerado como un aspecto esencial para el progreso regional y nacional. El génesis del turismo mundial, aunque nos mire con miopía nos deja el sabor o más bien un nuevo aire para que comencemos a recoger “las vacas gorda del turismo”, se debe aprovechar éste fenómeno para modificar la localización de oferta, creando desplazamientos turísticos donde no existan, pues lo desembolsos efectuados por los turistas son abundantes y lo realizar en la moneda patrón del mundo, como es el dólar y de igual manera deja al pueblo una considerable asignación de progreso económico esencial.

El conjunto de atractivos naturales que Santa Marta brinda a los viajero, a los excursionistas, la variedad de clima, el mar soleado, temperatura agradable que en diciembre nos hace sentir “la brisa loca”, costas y playas excelentes, abundancia de monumentos históricos artísticos, gastronomía, Floklore, sin duda hacen parte de lo que se podía llamarse el “boom turístico de Santa Marta”. A todo esto, hay que añadir otro tipo de ventaja derivadas del nivel de desarrollo con respecto a las zonas de origen de los consumidores, de esta manera obtenemos ventas de bienes, de artículos artesanales, hoteles de lujo con precios muy asequible, mano de obra barata, estos factores impulsarán una política de capacitación de turistas que nos llevará en la adquisición de divisas.

De este modo, y sin gran coherencia podemos iniciar un proceso de expansión que provocaría la afluencia masiva de turistas que visitarían al país y a nuestra hidalga Santa Marta.

Para mantener una intensiva muchedumbre turística, debemos eclipsar la inseguridad, alimentar el trabajo constructivo, conservar perfecto el estado de las carreteras, aumentar la capacidad hotelera, de esa manera estaremos compitiendo con las costas mediterráneas, la Costa Brava, la costa del sol, las islas Baleares unos de los núcleos originarios del turismo, con el archipiélago de las Islas Canarias y el resto del mundo que hoy tienen hipotecada el turismo, con diferencia que en esas zonas europeas y españolas se disfruta mediante el pago con euros cuyo valor es la más costosa del mundo, mientras que en Santa Marta se regocija de igual manera, pero el pago se realiza en pesos colombianos.