¿Qué más tiene que suceder?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Corrupción, maldad, injusticia, sicariato, extorción, inseguridad, desigualdad, discriminación, criminalidad, matoneo, violencia, comportamientos desbordados…. Conductas antisociales enraizadas en nuestro país, que se integran como un patrón común en la sociedad; que deshumanizan y deben ser corregidas de manera urgente.

Estamos viviendo una crisis, resultado de años de desacierto, con pérdida de valores humanos; lo que nos debe, imprescindiblemente ponernos a reflexionar, formar y educar una nueva sociedad, rescatando valores que aún se encuentran en cada conciencia humana. Se habla de incorporar valores a la sociedad, pero todo se queda en un discurso más. Carencia de valores y educación de baja calidad, escaso control personal e institucional conducen a que se mantenga esta crisis.

¿Y ahora qué? ¿Cómo salimos de éste atascadero?. Los mismos personajes, que podían, ahora aparecen. Cuando ocuparon cargos públicos ejecutivos o de elección popular, tuvieron la oportunidad de desarrollar su potencial o al menos ejercer pulcramente tales funciones; pero no lo hicieron y ahora piden que se les tenga en cuenta, que de ser elegidos harán eso, esto y aquello, ¿esto qué es? ¡Qué contrariedad!. Verdaderamente son unos prisioneros de promesas. Es tal el desparpajo que se presentan a la opinión pública, expresando que ahora si llegan con nuevas y excelentes propuestas de campaña. Nada diferente para cautivar electores.

Debemos entender que nuestro entorno debe cambiar, no solo para que nos beneficie inmediatamente; también para futuras generaciones. Aterrador será que lleguen cosas peores de las que tenemos, más difíciles de manejar; un ejemplo es el sistema de salud que requiere un serio cambio, contrataciones que requieren serios controles, la inseguridad que continua nos acecha y agobia.

En estos momentos no hay moralidad ejecutiva, legislativa ni judicial. Se necesita una fuerza poderosa de buenas intenciones que reconstruya, que brinde confianza, que legislen que ejecute y judicialice de verdad. Estamos pagando algo que no debemos y los que ejecutan, legislan, judicializan ni se inmutan. Es lamentable lo que sucede y seguirá sucediendo. Preguntamos ¿Qué más tendrá que suceder?. ¿Cuándo aparecerá la honestidad, la coherencia, la lealtad, la justicia, la solidaridad, los buenos propósitos que necesita Colombia en estos momentos para superar esta crisis?

El panorama criminal que observamos actualmente, es como una puerta giratoria, por un lado entran los sindicados y por otro salen absueltos, como si nada pasara. Solo falta pedirles disculpas. ¿Será que esto sucederá?. No estoy exagerando, el Estado recientemente fue demandado por más de 1.500 millones de pesos, según argumentos tras afectar a delincuentes y solo por ejercer una justicia débil y precaria.

Esta situación de crisis que vive Colombia tiene que cambiar y buena parte de esa dosis de cambio, la debe aportar la clase dirigente; claro está, tendrán que surgir nuevos líderes eficientes y eficaces; dar la oportunidad a quienes se la han ganado. Sin valores no daremos pasos acertados para cambiar esta crisis, ellos son los verdaderos motores de la vida que debemos articular y cada uno poner en práctica de manera cotidiana. Lo que nos dará bases para superar la situación crucial que vivimos. ¿Qué tal si se intenta? No es imposible.