Continúa la violación sexual a niños ¿y?

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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Titulares que aparecen en medios como: “Abusó de su hijastra durante tres años y el Juez dijo: No es un peligro para la sociedad; se incrementan ¿y? No nos inmutamos. Por eso nos preguntamos si el Estado tiene la capacidad para proteger a quienes son objeto de violaciones. Estas se están desbordando en el entorno familiar y aumentan cada día; aparecen impedimentos para denunciar. ¿Cómo hacer que hogares sean refugios de sana convivencia y no centros de violencia?

La violencia sexual a niños (as), estremece al país en forma alarmante, pero de ahí no pasa, unos días después termina el repudio y al Estado se le olvida que debe actuar; mientras tanto se pide justicia a gritos. Las víctimas son re -victimizadas y los victimarios premiados con restricción domiciliaria porque al parecer no son un peligro para la sociedad según los jueces. Lo peor, es que al conceder la casa por cárcel, allí se robustece más el problema, el delincuente ejecutará lo que no pudo finiquitar luego de la violación sexual, el homicidio que manifestó concretar contra su víctima.

¿Vivimos en un país con garantías y derechos para las víctimas o para los victimarios?. Ante esta encrucijada se encuentran muchos administradores de justicia, especialmente en lo penal, de donde se desprende que al no querer desconocer los derechos de los violadores con sus decisiones emanadas,  muy flexibles, encuentran rechazo y desprecio en la sociedad.

El violador de niños(as), un depravado sexual, actúa en su ámbito sin medir las consecuencias, en plenas condiciones de normalidad, todo un lobo y luego en sala de audiencias ante el juez y fiscal se presenta como una oveja inofensiva.

¿Dónde está el fiscal que no acusa?, y además con pruebas. ¿Dónde está el juez que no atiende lo que le solicita la fiscalía?. ¿Dónde aparece, por qué no interviene el ministerio público?,  por antonomasia lo interpretamos como los defensores de la sociedad. Las medidas correctivas deben ser solicitadas y tomadas allí, en la sala de audiencias; dejar en libertad al delincuente y más si tiene antecedentes es permitir que éste se siga burlando de la justicia, continuar cometiendo más aberraciones, aumentando su historial criminal.

Consideramos, que jueces, fiscales y ministerio público se pongan los zapatos de las víctimas y actúen con rigor, legislación al respecto existe. Es probable que ellos aún no hayan vivido en carne propia un caso similar o no son lo suficiente capaces para tipificar la conducta.

Despertemos y mostremos nuestra insatisfacción al respecto, para que la justicia actúe debida y oportunamente sin dejar manto de duda. Debemos proteger y respetar de manera suma a las niñas y niños, así no sean nuestros, es un deber natural, ellos viven un entorno incierto y están siendo constantemente acosados y  asediados.

Las autoridades (todas), expresan ante los medios de comunicación que ante estos hechos criminales, tan evidentes, se encuentran preocupados; pero, ¿Qué es eso? Si seguimos así, el país será inviable en todos los sentidos. Aunque no quisiera divulgar este cuestionamiento, me veo obligado hacerlo ¿será que los representantes de la justicia están permitiendo el accionar de asesinos violadores en serie, con sus decisiones? ¿Cuánto le podrá costar a la nación en pago de  indemnizaciones por el prevaricato que cometan sus agentes de justicia? La conducta referida para estos funcionarios se puede estar tipificando. Sanear esta sociedad colombiana en todos los sentidos es lo que debemos exigir y contribuir para que  los nuevos gobernantes lo apliquen. La falla que se nota y no es descubrimiento mío, es que mientras “estamos investigando” según argumentan los jueces, al violador denunciado lo premian, pues continúa delinquiendo porque se le ha concedido la libertad. Hay que actuar.