Mientras llueve, tiramos piedras

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Es un acontecimiento veraz, como para la sección “aunque usted no lo crea”, que ocurre en Barranquilla, por la vía Circunvalar y su área suroccidental; empieza a llover y muchachos del sector, no me atrevo a decir que sean pandilleros, ven la lluvia como el inicio de un espectáculo natural que viven desde hace tiempo: tirar piedras.


No entienden, ni quieren entender las autoridades barranquilleras la razón de esta situación anómala; además que no han abordado el tema, considerándolos tal vez de hechos de desadaptados sociales que se divierten mientras llueve.

Mientras llueve aparecen los muchachos lanzando piedras a sus opositores que se encuentran a 30 o 35 metros en plena vía Circunvalar, paralizando la movilidad vehicular y peatonal. Esta situación peligrosa que practican estos muchachos me recuerda el tema musical de Rubén Blades; mientras llueve comienza la segunda del noveno, haciendo semejanza a un partido de béisbol, allí “los contendores” no corren a primera, ni a segunda base, muestran su capacidad de lanzadores y de zigzaguear, sacarle el cuerpo a las piedras que los pueden herir y sería como un home run para los contrarios, pues en esto se miden y celebran.

Este espectáculo le serviría al escritor colombiano, Fernando Soto Aparicio, autor de la novela “Mientras Llueve”, uno de mis escritores preferidos y a quien tuve la oportunidad de conocer, para que se inspire en otra obra literaria, pero no podrá ser, ya que él falleció.

Me tomé la tarea de averiguar directamente, cerca al escenario, no me lo van a creer, cesa la lluvia y se acaba el enfrentamiento y al otro día “los lanzadores” se saludan común y corriente, como si nada hubiera pasado, claro está no está lloviendo. En este enfrentamiento los tirapiedras no están furiosos, muestran cierta alegría lanzando piedras. No sé de donde sacarán las piedras, pero mientras llueve, aparecen porque aparecen, unas más grandes que otras; depende del brazo del lanzador, será más fuerte el lanzamiento de la piedra y el objetivo será la integridad del enfrentado. Será que “este partido” lo podrían narrar y comentar Marcos Pérez y Mike Schmulson por Telecaribe; yo les llevaría las estadísticas.

Lo que se debe analizar a fondo por las autoridades pertinentes, es que a estos muchachos les sucede algo, carecen de algo. Que se debe identificar por los especialistas. Los muchachos consideran esto como una expresión necesaria mientras llueve; creo que esa situación de los tirapiedras se está volviendo costumbre. De allí podrían salir equipos de béisbol y aparecer por ejemplo un Edgar Rentería, nuestro destacado e beisbolista o miembros de la liga que “los contrate”, claro ya corregidos.

Les pregunté a ellos que pasa en esos momentos mientras llueve, me dijeron es algo que nos nace de adentro y nos sentimos contentos. ¿Qué pasa al otro día que no está lloviendo?, no pasa nada, nos saludamos, pero eso sí que no empiece a llover porque empieza la segunda del noveno.

Aunque no vivo en Barranquilla, nací allí; resido en Santa Marta y este caso tan particular que me animó a escribirlo se escenificó el segundo día del campeonato nacional del levantamiento de pesas en la sede de la base naval recientemente, al cual asistí como Vicepresidente de la Liga de Levantamiento de Pesas del Magdalena, donde conseguimos 9 medallas. Alguien me dijo que no sería capaz de escribir algo así, esto resultó y espero sea una alerta temprana para las autoridades correspondientes tomando los correctivos, para eso están instituidas, hacer respetar la vida y bienes de los ciudadanos y no se hagan los ciegos, sordos y mudos. Los afectados no son solo los heridos que resultan del enfrentamiento, activos y pasivos; también los vehículos que se le rompen los vidrios y los establecimientos comerciales que tienen que cerrar.

La comunidad y autoridades en el momento responden que es una diversión. ¿Qué respuesta es esa?