Día Internacional de la Mujer Indígena

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



Desde 1983, el 5 de septiembre fue establecido por la ONU como Día Internacional de la Mujer Indígena, homenajeando a las aborígenes y honrando la memoria de la indígena peruana, Bartolina Sisa, guerrera Aimara, quien organizó con su marido el caudillo Tupac Katar en el siglo XVIII la resistencia indígena contra la sanguinaria arremetida española a Cuzco Perú; de manera vil e infame fue ahorcada y descuartizada por la plaga española; solo contaba con 29 años, la historia la destaca como una mujer valiente, que luchó contra la opresión española por un mejor trato para ellas.


La forma cruel, abusiva y despiadada de aquellos que trajeron espejitos y se llevaron el oro (alguien por acá cercano, mientras redacto este tema dice, se robaron el oro) así fue, que consideraron el colonialismo legal una cuestión de poder, no de justicia, no solo acabaron con la vida de Bartolina; también asesinaron a muchas indígenas andinas que no accedieron a sus pretensiones sexuales. Bartolina se dedicaba a las labores de los telares, tejedora e hiladora.

Actualmente, la mujer indígena es la raíz funcional que brinda estabilidad y razón del hogar, ellas quieren ser oídas en sus comunidades; son mujeres de valía, con capacidad para participar en sus resguardos en la vida social, aunque el varón las discrimine y las disminuya, argumentando un machismo indígena; traslapándolo como si fuera parte de la cultura, un sometimiento enraizado que debe desarraigarse cuanto antes. Ellas han mantenido un carácter importante en la supervivencia de sus pueblos, sus costumbres y su lenguaje; siempre interesadas por transmitir la cultura a sus descendientes; decimos sin temor a equivocarnos que les corresponde dedicarse cotidianamente a cuidar sus hijos. No pueden tomar decisiones en sus asentamientos; le llevan mucha ventaja los hombres; diría que las tienen como una fábrica de hijos, así lo consideran muchos varones indígenas.

Valga la oportunidad para en esta fecha, se visibilice más la problemática que afecta la población indígena y especialmente a las mujeres; que no se les entregue solo reconocimientos, sino algo más que las enaltezcan y las hagan sentir útiles. Deben respetárseles sus derechos, no estamos en época cavernícola y ya pasó el imperio español; aunque nos consideran sus hermanos menores, siendo ellos los mayores, les debemos mucho respeto. Consideramos que falta legislación y la buscamos para consolidar a plenitud los derechos de la mujer indígena.

Al cumplir 234 años del sacrifico de Bartolina por el yugo español, se le considera a ella un referente a seguir en la lucha contra la opresión moderna que actualmente vive la mujer indígena.

Un ejemplo evidente de superación de la mujer indígena en nuestro entorno y que destacamos es la de la odontóloga Judith Nuvita Coronado, primera mujer profesional de la comunidad Mulkuakungui de la etnia Kogui, actualmente adelanta la especialización en Gerencia y Auditoría de la Calidad en Salud. Judith con una serenidad y amabilidad sorprendente; además de una sonrisa halagadora nos ha expresado: estoy contenta porque muestro una faceta diferente de la mujer indígena; ella, jovial y encantadora es supremamente orgullosa de ser indígena y a sus 27 años no ha cambiado su cultura luciendo a diario su maravilloso atavío típico, atendiendo así a sus pacientes.

Noté que pasó la fecha casi inadvertida del reconocimiento a ellas, pero a través de este escrito por este medio periodístico, les expresamos que las tenemos en cuenta, que exaltamos la labor que desempeñan en sus comunidades; las invitamos a que saquen más fuerzas y que perseveren en sus propósitos, aunque la sociedad y el Estado las tenga maniatadas y olvidadas.

A las mujeres indígenas del país y del mundo no solo en su día, sino siempre un ramo de flores silvestres, afectuoso saludo y sinceras felicitaciones.