Se va otro grande del folclore

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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



El panorama jurídico incorpora criterios de cambio y nos conduce a un escenario totalmente diferente, en esta oportunidad destacando el folclore.

 

Poseedor de la más asombrosa e impresionante fuerza creativa donde conjugaba lo real con lo pintoresco mediante un aire con lenguaje universal, dejó este mundo uno de los más grandes gestores culturales de nuestro folclore, el maestro Calixto Ochoa Campo. Nacido el 14 de Agosto de 1934 en Valencia de Jesús, área jurisdiccional de Valledupar; fue un verdadero autodidacta como gestor cultural; según sus palabras en vida, nunca tuvo instructor; tocaba, tarareaba   y cantaba observando a sus dos hermanos acordeoneros. En ese entonces Calixto contaba  con 19 años de edad, vigor y juventud que lo impulsó con otros aficionados a la música a participar en parrandas en fincas y otros sitios. Posteriormente siendo ya un músico consolidado se radicó en Sincelejo donde conoce a Dulsaides Bermúdez, quien fue su compañera hasta su muerte.

Decide hacer parte activa de los Corraleros de Majagual en 1961. Calixto se corona Rey Vallenato en 1970 con los temas El Gavilán Castigador  y la Puya Regional. Dedicó infinitas canciones a la sabana, cuyo escenario para él era inconfundible, donde la magia de lo pictórico se mezclaba con la belleza natural; de allí nace la canción Los Sabanales, convertida en un himno de nuestro folclore. Su primera canción fue el lirio rojo, más adelante llegaron otras creaciones artísticas como la Charanga Campesina, Marili, El Yerno y la Suegra, Diana, Playas Marinas, Calabacito Alumbrador, La Ombligona, Compae Menejo, Listo Calixto interpretado por la cantante barranquillera Doris Salas, El Pirulino y otros clásicos. Conjugaba el merengue, porro, mapalé, paseo, surgiendo así el tema El Africano que le dio renombre internacional. Creó el ritmo musical El Paseaito.  A sus 81 años se convirtió en una leyenda de nuestro querido folclore; aunque recayó físicamente el 14 de noviembre, postergó su tránsito a la muerte hacia la madrugada de este 18 de noviembre, falleciendo de una Isquemia Cerebral.

Por todo el amplio y extenso repertorio musical, la Fundación de la Leyenda Vallenata decidió homenajearlo en el 2012, en el marco del 45 Festival y allí en tarima, frente al público dijo: En ninguna parte del mundo se escucha tan bien el acordeón como aquí en Valledupar. Para el maestro Calixto, el mejor alimento aplicado a la cotidianidad era la música y mejor aún si esta tenía como acompañamiento sorbos de amor y respeto. Este destacado juglar fue además de acordeonero, compositor, cantante y arreglista. Durante su permanencia en los Corraleros de Majagual, tuvo la oportunidad de recorrer varios países del mundo.  En 1994 se retira voluntariamente de las tarimas, sin dejar la musa creativa como compositor.

Como caso curioso y anecdótico al maestro Calixto no le gustaba escribir sus canciones, prefería grabarlas. Desde el punto de vista de la organización familiar, consolidó un bien estructurado y cimentado hogar, siendo progenitor de 9 hijos entre quienes se destacan Rolando y Cesar, acordeoneros de renombre. Al Negro Cali como se hizo llamar,  se le cumplió su última voluntad, ser sepultado en su tierra natal, donde reposan los restos de sus padres y hermanos. Las estadísticas dicen que Calixto compuso más de 1.400 canciones.

Con la muerte del Maestro Calixto Ochoa Campo, despedimos a un gran exponente del folclore, demostrando que Colombia y la Costa Caribe es un bastión de los más excelsos  y connotados acordeoneros, cantantes y gestores en producción de cultura y folclore. 



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