Esta semana se debatió en el Congreso el nuevo Código de Policía. Aunque el proyecto dice tener un carácter preventivo, vemos con preocupación que en materia de atención al consumo de drogas, la propuesta del proyecto parece ser más nociva que las drogas mismas, pues viola derechos humanos, carece de base científica y muestra pocas probabilidades de efectividad, en su implementación.
El primer gran error que presenta el proyecto de ley, es su objetivo:Lograr una comunidad libre de drogas. Esta idea, difundida desde los años 70’s, desconoce no solamente que el hombre, desde el principio de los tiempos, ha consumido drogas para alterar sus estados de conciencia y que lo seguirá haciendo, sino que presenta como deseable, un objetivo que no es realista y que por el contrario sigue cediendo el control de las drogas a los criminales.
Es necesario superar la falacia de un mundo libre de drogas y comenzar a enfocarnos en la reducción de los daños que trae consigo su abuso, así como prevenir las conductas nocivas que producen estas sustancias.
En otras palabras, y citando al presidente Santos en la pasada Conferencia Internacional de Control de Drogas que se llevó a cabo en Cartagena: "Un mundo libre de drogas simplemente, y digámonos la verdad, no es un objetivo, ni una ambición realista"; por eso, es necesario superar la estrategia represiva y sancionadora.
Entender al consumidor como un paciente que demanda atención integral por parte del sistema de salud estatal.
El problema del consumo no es menor, recordemos que el Ministerio de Salud en su última encuesta sobre sustancias psicoactivas encontró que la edad de inicio al consumo de sustancias como el alcohol se encuentra alrededor de los 12 años y de 14 años, para otras sustancias psicoactivas.
Eso, sumado a que actualmente los indicadores de dependencia en materia de alcohol recaen sobre aproximadamente 4 millones de colombianos, de los cuales 1 100 000 son menores de edad y que adicionalmente, casi 500 000 presentan consumo problemático de drogas en el país.
Colombia necesita con urgencia implementar la ley 1566, que desde el 2011 declaró que el consumo de drogas es un tema de salud pública. En contravía con estos avances, el actual Código de Policía cree que la participación obligada en programas de convivencia y la imposición de multas en dinero, pueden prevenir o reducir los alarmantes niveles de consumo interno. El Código de Policía parece más de lo mismo; adicción a la prohibición.
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