La Corporación Excelencia en la Justicia exaltó a Cecilia Durán Ujueta tras calificar su sentencia como la segunda mejor del país.
Por: Yomarid Escorcia Manjarrés
Redacción EL INFORMADOR
Santa Marta no solo tiene ‘playa, brisa y mar’, también cuenta con excelentes representantes a nivel nacional e internacional, que a lo largo de su vida han marcado huella en todos los sectores, incluso en el legal. Este es el caso de Cecilia Margarita Durán Ujueta, la magistrada nacida en la ‘Perla de América’ que lucha por los Derechos Humanos desde la Corte Suprema de Justicia.
Cecilia Margarita, inició su carrera en Derecho con la fiel convicción de respetar los Derechos Humanos, con el propósito de hacer valer la voz de los más vulnerables en todas las esferas mediáticas. En un juzgado, en la Corte Suprema o en el mundo entero, Durán Ujueta seguirá trabajando para defender los intereses de los demás, con el propósito de impactar social y legislativamente todos los sectores.
En entrevista con el periódico EL INFORMADOR, Cecilia Durán habló sobre su trayectoria en el mundo de las leyes y recordó la importancia de aplicar una sentencia justa en Colombia, en especial, cuando los afectados son víctimas de violencia de cualquier género.
Le puede interesar: Se posesiona como magistrada Cecilia Margarita Durán Ujueta
EL INFORMADOR: Para iniciar este diálogo, queremos saber ¿Quién es la magistrada Cecilia Durán Ujueta?
Cecilia Durán Ujueta: Es difícil cuando le preguntan a una persona sobre sí misma, pero lo primero que te tengo que decir es que soy mujer, orgullosamente samaria, abogada, madre de un hermoso hijo; además fui litigante por 30 años en Santa Marta y otras ciudades del país. No puedo olvidar que he sido docente por vocación, lo que me ha permitido impartir mis conocimientos a la gente joven y a los no tan jóvenes; pero de todo lo que te he dicho, estoy totalmente convencida que el trabajo, la educación y la disciplina son los pilares fundamentales de la vida para que las personas tengan éxito en la vida y alcancen la anhelada felicidad que tanto se espera. 
Desde la Corte Suprema de Justicia, Cecilia Durán seguirá luchando por los intereses de aquellos que son silenciados.
EL INFORMADOR: Doctora, ¿Por qué decidió elegir el mundo del Derecho? ¿Qué la motivó?
Cecilia Durán Ujueta: Yo escogí el Derecho por indicación divina, siento que todas mis actuaciones van orientadas por el Todopoderoso; pero lo que más me llamó la atención de las leyes desde muy pequeña fue la defensa de los Derechos Humanos, de los intereses de los demás. Ver que en ocasiones son pisoteados, vulnerados o violados y no hay quien los defienda o quien les diga lo que dice la Constitución, fue el motor que me guío para escoger esta carrera; además, de los principios que siempre me inculcaron los padres al no quedarme callada cuando veía que estaban siendo afectados los intereses de las demás personas. 
Cecilia Margarita, la abogada y magistrada que está dejando en alto el nombre de Santa Marta en la Corte Suprema de Justicia.
EL INFORMADOR: Desde su llegada a la Corte Suprema de Justicia ha trabajado por la defensa de los Derechos Humanos, a tal punto que la sentencia SL1130-2022 en la que se exige la pensión al sobreviviente fue catalogada como la segunda mejor del país. ¿Qué la impulsó a tomar la vocería de ese caso?
CDU: A la Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Laboral, llegan aquellas sentencias que cumplen con unos requisitos que exige el mismo Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social. Este proceso viene de la ciudad de Medellín, y anteriormente había sido fallado en primera y segunda instancia a la beneficiada. ¿Qué pasó? La mujer comenzó a vivir con su pareja cuando tenía 11 años de edad y él 14, convivieron por siete años largos, pero antes del fallecimiento del señor, la afectada se separó por violencia intrafamiliar, a tal punto que la agredió con un machete en varias partes de su cuerpo, razón por la cual se vio obligada a abandonar su hogar en compañía de su hija. Cuando se confirma el deceso, la mujer se dirige a los administradores pensionales, quienes le niegan el derecho por no convivir hasta el último momento del deceso.
También le puede interesar: Carlos Acuña Araujo, el samario que preside la Cámara de Comercio Colombo Americana en Orlando
Ante el hecho, se realizó un exhaustivo estudio de los tratados internacionales ratificados en Colombia, a la Constitución Política y se consideró que no podía obligarse a una mujer a soportar los vejámenes y la violencia de un hombre con el pretexto de que se le pueda conceder o no la pensión del sobreviviente. La norma pretende que el núcleo familiar del fallecido, en este caso su esposa e hija puedan enfrentar el dolor, pero con las mismas condiciones que venían gozando previo a la muerte. Este fue un trabajo en equipo, no solo de mi grupo, sino de los magistrados que también nos acompañan en la sala. 
Aunque la dignidad humana prevalezca sobre la ley, en el Derecho se debe respetar la frase ‘Dura lex sed lex’, es decir, ‘dura es la ley, pero es la ley’.
EL INFORMADOR: ¿Este caso fue el que más la impactó socialmente? ¿Por qué?
CDU: El de la sentencia me impactó fuertemente, porque la víctima comenzó a convivir con el afiliado cuando tenía 11 años y él 14. Además, él muere muy joven y ella se queda con su hija. Y como te digo, exigir que una persona en debilidad tenga que aguantar el sufrimiento y los golpes para poder acceder a una pensión de sobrevivientes, no es fácil, ni lógico, ni jurídico, ni socialmente. Hay muchos casos de debilidad, pero este ha sido el que más me ha conmocionado.
EL INFORMADOR: Teniendo en cuenta lo anterior. ¿Qué procesos pueden seguir aquellas mujeres que se están enfrentando a este tipo de situaciones?
CDU: Lo que deben realizar inicialmente, no solamente para casos de pensión al sobreviviente, sino en todos los ámbitos es denunciar, quedarse calladas no es la solución. Sé que no es un proceso fácil, interiormente tendrán muchas dudas que van a ser sometidas al escarnio, pero tienen que denunciar ante las autoridades para que se tomen los correctivos del caso. Y en específico a la pensión, se debe realizar la solicitud a las administradoras de pensiones y si la solicitud es negada, deben buscar orientación legal para sacar adelante el proceso porque sí tienen el derecho. 
“La educación, la disciplina y el trabajo, son los pilares fundamentales para alcanzar el éxito anhelado”, Cecilia Durán.
EL INFORMADOR: Basada en su experiencia, ¿cuáles son los retos a los que se podría enfrentar la justicia colombiana actualmente?
CDU: Desde tiempos inmemorables siempre ha existido un enfrentamiento entre lo que es el derecho, lo que exige la norma y lo que el legislador consideró en su momento oportuno, razón por la cual muchas normas han dejado de ser aplicables y le toca al juez interpretar esa norma de acuerdo a la exposición de motivos de la ley y a los impactos sociales, con el fin de aplicar una justicia recta.
Y es que cuando en la Constitución del 91 se determinó que Colombia es un estado social de derecho, cambió radicalmente la forma de ver la ley. Esa frase que decía ‘Dura lex sed lex’, es decir, dura es la ley, pero es la ley y hay que aplicarla varió con esa fórmula social. Por ello, ahora prevalece la dignidad humana sobre la ley. No significa que vamos a alterar la institucionalidad porque son reglas de conductas establecidas para vivir en paz y armonía, pero cuando una norma con el transcurso del tiempo ha sido modificada, el intérprete jurídico está en la obligatoriedad de armonizar la norma con los nuevos cambios sociales.
EL INFORMADOR: Magistrada vivimos en una sociedad donde los hombres siguen teniendo fuerza en la justicia, pero mujeres como usted están dejando una huella imborrable. Por ello, ¿qué recomendaría usted para que las mujeres quiebren la fuerza masculina en la Justicia del país?
Leer más: Andrés Felipe Vives Calle, un samario que le aporta al desarrollo del Magdalena
CDU: Tal como lo mencioné, la educación es la mejor arma para combatir esa fuerza masculina. Son más de 2.000 años en donde las mujeres en debilidad vienen siendo atropelladas por las ideas que nos han venido inculcando desde niños, tenemos que cambiar. En algunas ocasiones, las madres somos quienes damos esa mala instrucción y limitamos a las pequeñas, porque supuestamente es normal, pero eso no es normal, lo adecuado es que a todos nos valoren por nuestras circunstancias, bien sean especiales o diferentes al común. Hay que seguir educando y concientizando desde la madre, desde el sistema, desde el Estado, desde los jueces que no es ideal que se violen los derechos de los demás. Recordemos que ‘mis derechos terminan donde comienzan los del otro’.
EL INFORMADOR: Por último magistrada, tres palabras con las cuales se puede identificar.
CDU: Bueno, me considero una mujer de ideas liberales y mente conservadora. Así me defino yo, Cecilia Margarita Durán Ujueta.
