El 7 de agosto de 1.958, Pepe Vives De Andréis fundó el periódico EL INFORMADOR. Hoy llega a sus 64 años de vida periodística en los que ha relatado el acontecer de la comunidad en medio de los avatares propios de la actividad.
Prólogo de Alfonso Vives Campo
Leer la obra “Pepe Vives cuenta su vida” constituye un viaje a la historia misma de Santa Marta y del Magdalena, contada por quien es considerado como la principal figura de estas tierras. A través de sus páginas, el autor recrea la vida de la Ciudad Dos Veces Santa, en sus épocas de niño, de adolescente, de empresario y como persona dedicada a su ciudad y su departamento. Y es precisamente allí en donde radica la importancia de la nueva edición del libro: poner en conocimiento de las nuevas generaciones las circunstancias y características que rodearon al Pepe Vives De Andréis, el emprendedor, capaz de crear una lotería y de fundar un banco.
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Nunca recibió una herencia y tanto es así que Pepe Vives De Andréis siendo un infante tuvo un puesto como vendedor ambulante (en una colmena) en el Mercado Público, ubicado a la sazón en la plaza de San Francisco, hoy Sanandresito. A edad temprana, siendo adolescente viajó a los EEUU, en busca de un mejor futuro...y puede afirmarse que allí se formó y desarrolló sus aptitudes de visionario que posteriormente puso al servicio de su patria chica.
El 24 de julio de 1.981 se terminó de imprimir la primera edición del libro "Pepe Vives cuenta su vida", en los talleres litograficos de Editorial Mejoras ltda. Cuarenta años después, en octubre de 2021, la Editorial Unimagdalena hizo el lanzamiento de la segunda edición del libro, un trabajo conjunto con EL INFORMADOR La obra está salpicada de aventuras y de una narrativa sencilla y clara que facilita el entendimiento rápido e induce a seguir leyendo: la historia de cómo sin saber leer, llevaba las cuentas de su incipiente negocio o la travesura de tomar algo del vino al envasarlo para venderlo nos sitúan en una niñez austera y feliz; reviste especial mención el capítulo “Mi Novia” en el que detalla la romántica conquista de quien sería su esposa y a quien y a quien escogió como compañera de vida con tan solo verla su corazón.
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Su juventud en los Estados Unidos, su trabajo y recorrido por Suramérica, así como el regreso a Colombia nos muestran a un Pepe Vives trabajador y luchador incansable por conseguir sus sueños; la forma como se hizo cargo de su familia al fallecer su padre demuestra su carácter recio que nunca se amilanó ante las adversidades. Al contrario, fue un visionario creador y fundador de empresas generadoras de empleos y oportunidades, de beneficios y riquezas que contribuía con sus impuestos al desarrollo del país.
La vida pública de Pepe Vives de Andréis está plasmada con todo detalle desde su nombramiento como director de la Escuela Preparatoria del Liceo Celedón una vez egresado del mismo, hasta su nombramiento como Secretario de Hacienda (en 1.934, en la gobernación de Manuel Dávila Pumarejo), Presidente de la junta de Embellecimiento de Santa Marta, Alcalde de Santa Marta (en 1.936 por el entonces gobernador Pedro Castro Monsalvo), Secretario de Gobierno Departamental (en 1.938, por el gobernador de la época Manuel F. Caamaño), Gobernador del Magdalena (en 1.939, por el presidente Eduardo Santos), representante a la Cámara y Senador de la República en los años 60.
Como servidor público dejó una estela de enseñanzas y obras a todo lo largo del Magdalena Grande que aún permanecen como testimonio de su grandeza: ni el tiempo, ni tirios,ni troyanos las han podido sepultar. Durante su gestión se construyeron la mayor cantidad de obras en un solo Gobierno, entre ellas: la carretera Santa Marta - Ciénaga; la pavimentación de Gaira, Ciénaga, Sevilla y Fundación; la consolidación de las vías Fundación-Salamina y El Banco – Chimichagua; el instituto de Fomento de Sevilla; hoteles Tayrona en Santa Marta y Tobiexe en Ciénaga; la construcción del Hospital San Rafael de Ciénaga y la culminación del San Juan de Dios de Santa Marta; el Hospital Antituberculoso de Santa Marta; el edificio del Hospital Infantil de Santa Marta, convertido después en el Instituto de Sanidad e Higiene; el Asilo de Mendigos de Santa Marta; la Correccional de Menores de Santa Marta; la Fábrica de Licores del Magdalena; el Matadero de Ciénaga; la carretera a Puerto Nuevo en Ciénaga; la construcción del Boulevard Rodrigo de Bastidas; la avenida Campo Serrano; el Puerto de Ciénaga; la Colonia de Vacaciones de la Sierra Nevada; la planta eléctrica de El Banco; la canalización de los caños de Ciénaga; el Altar de la Patria de la Quinta San Pedro Alejandrino; pavimentación y alcantarillado de Santa Marta; la escuela de Ciénaga; la Escuela Santander de Santa Marta; el Teatro Santa Marta, el puente sobre el río Manzanares; la carretera Santa Marta –Gaira; el embellecimiento del Parque San Miguel; el Mercado Público; el acueducto de Plato; las iglesias de Pivijay y Pedraza; y la compra del terreno e inicio de la construcción del estadio de fútbol Eduardo Santos de Santa Marta; la constitución del Instituto Oceanográfico de Punta Betin que posteriormente, en 1.993 se convirtió en Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andréis” (INVEMAR) por decreto del gobierno en su honor .
Su talante visionario y emprendedor, como servidor público tanto como empresario y miembro de la colectividad le valieron la honrosa distinción que el Gobierno Nacional le otorgó en 1.980 y a la que había sido candidatizado por el pueblo en carta al presidente de la república en 1.938: La Cruz de Boyacá, la más alta distinción que se le otorga a civiles y militares en el país. Sus palabras resumen su esencia: “Me retiro sin una mancha en el traje ni una sombra en la conciencia”. Invitamos a leer esta segunda edición de la obra que relata la vida del que muchos califican como el hombre más grande que haya dado el Magdalena. En esta edición se incluyó un capítulo que él, inexplicablemente, no narró, lo que atribuimos a su avanzada edad: “Pepe Vives De Andréis, El Alcalde”, un capítulo que habla sobre cómo, desde la alcaldía, el visionario y soñador autor proyectó obras que culminaría como gobernador.
Sus obras están a la vista; muchas de ellas se nos quedaron en el tintero. Orgulloso de esto le digo a la comunidad samaria y magdalenense: En el corazón de la familia Vives "habita la alegría de haberlo dado todo".
Alfonso Vives Campo