Las normas de circulación en una doble calzada que pueden salvar vidas

Las autopistas, de acuerdo con Ministerio de Transporte, fueron creadas para disminuir los tiempos de viajes entre poblaciones.

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Para transitar por estas vías, ya sea en zonas urbanas o rurales, existen varios lineamientos dirigidos a cada uno de los vehículos que en ellas circulan, no obstante, muchas veces son ignorados por los conductores, lo que se convierte en una de las principales causas de accidentalidad en las carreteras.
Al cierre del 2019, en Colombia murieron 5.356 personas en accidentes viales y la cifra de lesiones alcanzó las 28.862 en todo el territorio nacional, de acuerdo con la información publicada por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial. Un porcentaje importante de estos siniestros se registraron en dobles calzadas o autopistas, demostrando así que existen dificultades para seguir las normas de velocidad y circulación que han sido decretadas precisamente para el tránsito seguro por estas carreteras.
Aunque son constantes las campañas de sensibilización para disminuir los accidentes, hay aspectos que, estando explícitos, continúan pasando inadvertidos en el momento que un conductor entra a la autopista.

El artículo 2 de la Ley 769 de 2002 del Código Nacional de Tránsito, define a la autopista como una “vía de calzadas separadas, cada una con dos o más carriles, control total de acceso y salida, con intersecciones en desnivel o mediante entradas y salidas directas a otras carreteras y con control de velocidades mínimas y máximas por carril”.

A pesar de que las especificaciones parecen ser claras y han estado vigentes por casi 20 años, existen todavía muchas dudas en torno a este tema que se convierten, por lo general, en los principales motivos de comportamientos viales indebidos.
Al día de hoy no existe una norma que rija la ubicación ni el diseño de los puentes peatonales en el país.
Al día de hoy no existe una norma que rija la ubicación ni el diseño de los puentes peatonales en el país.
Señales de piso

Regidos por el Manual de Señalización Vial adoptado por el Ministerio de Transporte mediante Resolución No. 1050 del 5 de mayo de 2004, las dobles calzadas están señalizadas por líneas blancas y/o amarillas, llamas señales de piso, que guían la forma en la que se debe circular por tramos específicos. Estas pueden ser continuas, dobles, individuales o puntuadas y representan marcas primordiales para determinar la conducta del vehículo y evitar accidentes.
Cuando una carretera está divida por una o dos líneas amarillas, significa que es una vía de dos sentidos y que en ninguno de estos se puede adelantar. En cambio, cuando la raya está en trazos suspendidos el vehículo sí puede adelantarse en cualquier espacio del tramo.

Con base en esas dos normas, se puede determinar el significado de otras secuencias recurrentes, como una línea amarilla doble con trazos continuos y suspendidos, que marca un carril en el que se puede adelantar y otro en el que no.
Por otro lado, las marcas blancas indican que la vía tiene flujo vehicular de un solo sentido pero con más de un carril.
Lo anterior, con el fin de evitar que el conductor realice maniobras prohibidas en lugares peligrosos y así salvaguardar la vida de los ciudadanos.

Velocidad

Acorde con lo establecido por Ministerio de Transporte en el año 2002, las autopistas fueron creadas para disminuir los tiempos de viajes entre poblaciones, por tal motivo permiten circular en una velocidad mayor a la que rige en las zonas urbanas, no obstante, existen límites que permitirán viajes seguros y regularán el tránsito en zonas de alto tránsito, por las cuales transitan desde vehículos de carga pesada hasta motos, bicicletas y peatones.

De acuerdo con el artículo 105 del Código Nacional de Tránsito Terrestre, la autopista es una vía más rápida, de mejor circulación y seguridad por la separación de calzadas que contiene y la plataforma vial. Su diseño, fue pensado en hacer una carretera segura, principalmente.
En el 2019, en Colombia murieron 5.356 personas en accidentes viales y otras 28.862 resultaron lesionadas.
En el 2019, en Colombia murieron 5.356 personas en accidentes viales y otras 28.862 resultaron lesionadas.

Las vías están clasificadas, para efectos de prelación, en urbanas y rurales, porque comunican departamental o nacionalmente a las comunidades.

Arnulfo Prieto Camacho, instructor de manejo y Licenciado Teología, explica que una doble vía debe tener un carril de acceso y uno de aceleración y salida. El primero, diseñado para que los conductores igualen la velocidad al acceder a la autopista y el segundo, para disminuir la rapidez del vehículo antes de abandonar esta carretera.

“El carril rápido (izquierda) es también de adelantamiento, por ahí deben circular los automóviles livianos (…) La Ley 169 de Tránsito dice que los vehículos pesados (de carga) no deben circular a más de 80 kilómetros por hora y, desde luego, la autoridad, por tramos determina espacios de muy baja velocidad por la movilidad vehicular y peatonal”, afirma, añadiendo que esto dependerá de lo que se establezca en cada municipio.

La norma indica también que los automotores de tamaño normal podrán ir hasta en 120 km/h en carreteras nacionales y departamentales.

“Algunas personas consideran que circular lento a veces es lo más seguro, pero en una autopista o una vía de doble calzada, no siempre significa eso. A veces hay tramos con indicaciones específicas de velocidad para mantener el flujo y si alguien va a menor rapidez, puede también provocar accidentes”, señaló.

El peatón

El mencionado artículo 105, hace referencia a la prioridad que tiene el peatón en vías urbanas, pero el Código Nacional de Tránsito es claro al indicar que “el tránsito de peatones por las vías públicas se debe hacer por fuera de las zonas destinadas al tránsito de vehículos. Cuando un peatón requiera cruzar una vía vehicular, lo hará respetando las señales de tránsito y cerciorándose de que no existe peligro para cruzar”.
Con relación a eso, Prieto Camacho manifiesta que esta norma emitió excepciones definitivas para el transeúnte, es decir, ni en la autopista, ni en la vía férrea, o de metro, ni en la Troncal existirá prelación en su actuar, debido a que son espacios de alta circulación de vehículos a velocidades, generalmente, muy altas en comparación a las zonas urbanas.
“En esas vías se necesita mucha distancia para que un carro, que se moviliza muy rápido, pueda frenar. Por ejemplo, un automóvil que circula a 60 km/h requiere de 32 metros de frenada. El peatón debe entender que en vías rurales no existe preferencia en su movilidad porque tanto él como el conductor están expuestos al mismo peligro”, asegura el instructor de manejo.

Puentes peatonales

En cuanto a los puentes peatonales, no hay todavía una normatividad específica que defina, a nivel nacional, los métodos a través de los cuales deben instalarse.
La Oficina Jurídica del Ministerio de Transporte de Colombia, afirmó, a través de un documento emitido tras una solicitud de la Alcaldía de Melgar, que la construcción de estas estructuras “es una de las diferentes alternativas de solución desarrolladas por la ingeniería para garantizar la continuidad del flujo peatonal dentro de ciertos parámetros de seguridad (…) previo análisis de la mejor alternativa entre costo y beneficio”.
Es por eso, que su ubicación y diseño dependerá únicamente de los estudios técnicos y económicos que realice el experto dispuesto por el ente territorial, teniendo en cuenta aspectos como los volúmenes de tránsito, velocidad, densidad, variación, localización geográfica, accidentalidad, entre otros.

Retornos

La velocidad también es un tema determinante para la ubicación de los retornos en las dobles calzadas, pues deben tener cierta distancia que permita maniobrar al conductor en operaciones como cambiar de carril, poner el direccional y frenar.
Aunque es un tema que suele generar descontento en parte de la población, por Ley los retornos deben estar ubicados cada cinco kilómetros.
“Nosotros debemos trabajar bajo el propósito de mejorar nuestra cultura vial, porque actualmente ni el peatón ni el motociclista ni quien conduce vehículos, tiene la mejor actitud en cuanto al comportamiento que se requiere para hacer uso de estas vías. Sólo si eso cambia, puede corregirse la seguridad vial”, puntualizó.




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