Muerto un mercenario ruso en un ataque a un convoy en el sur de Trípoli

Las tropas del mariscal Jalifa Hafter asedian desde el 4 de abril del pasado año la capital, escenario casi a diario de combates y bombardeos.

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Se informó que, las víctimas combatían junto a las tropas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, tutor del gobierno no reconocido internacionalmente.

Trípoli (EFE).- Al menos un mercenario ruso murió y otro resultó herido en un combate artillero librado en la ciudad libia de Bani Walid, situadas a unos 250 kilómetros al suroeste de la capital, informó a Efe una fuente militar vinculada al Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli, GNA.

Según la fuente, las víctimas combatían junto a las tropas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, tutor del gobierno no reconocido internacionalmente en el este y hombre fuerte del país.

Durante el enfrentamiento armado, aviones de combate del GNA, que cuentan con el apoyo de la poderosa ciudad-estado de Misrata, destruyeron un convoy formado por varios carros blindados y tres camiones con municiones y misiles del LNA, agregó la fuente.

"Varios mercenarios del Grupo Wagner -propiedad de un oligarca próximo al presidente ruso, Vladimir Putin-, estaban en los camiones y al menos uno de ellos murió y otro resultó herido. Este fue trasladado escoltado a una clínica en Bani Walid", agregó.

La información no ha sido confirmada ni desmentida por las fuerzas del este, que no suelen informar de las bajas propias ni de las del enemigo.

La misma fuente de Seguridad en la capital informó, asimismo, de varios ataques más contra posiciones de las fuerzas de Hafter en el frente de Al Wishka, donde habrían muerto seis mercenarios del LNA.

En esa zona, un avión de vigilancia (L39) perteneciente al GNA se estrelló este jueves debido a una fallo mecánico, pero tanto el piloto como el copiloto salieron ilesos, confirmó el mando en la capital.

Las tropas de Hafter asedian desde el 4 de abril del pasado año la capital, escenario casi a diario de combates y bombardeos como los que la semana pasada segaron la vida de más de un centenar de milicianos de ambos bandos, los más graves de 2020.

Según cifras oficiales, desde el inicio del asedio han muerto cerca de 1.700 personas -alrededor de 300 de ellas civiles- más de 15.000 han resultado heridas y en torno a 140.000 se han visto obligados a abandonar su hogar y a convertirse en desplazados internos. EFE




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