Expertos del Colegio Colombiano de Psicólogos - Colpsic, advierten que personas inescrupulosas están utilizando conceptos psicológicos y psiquiátricos por su significado coloquial y no técnico, lo que genera confusión en la comunidad y están diagnosticando de forma equivocada a cientos de personas que requieren de un proceso más serio.
Tras la pandemia de la covid-19, cientos de personas han manifestado haber sentido problemas de ansiedad, trastornos de algún tipo, entre otros síntomas, por lo que se requiere tomar la salud mental en serio y diagnosticar de forma responsable.
Le puede interesar: Ansiedad, depresión y gestión del tiempo en la etapa universitaria
Según el Colegio, además de las personas que sin conocimientos en conceptos de psicología o psiquiatría diagnostican irresponsablemente, también hay profesionales de la salud que formulan juicios sin realizar los procesos de evaluación mínimos necesarios para emitirlos.
De acuerdo con los expertos, para dar un diagnóstico se necesita: “entrevistar a la persona y sus cercanos, aplicar pruebas apropiadas; además, tener un consentimiento informado para no violar la confidencialidad y el manejo adecuado de la información a la que está obligado todo profesional de la salud”.
¿Por qué es un problema?
De acuerdo con el Colpsic, un diagnóstico de una condición psicológica o psiquiátrica generalmente lleva a estigmatizar a la persona y se convierte en una herramienta para afectar su dignidad, desacreditarla e invalidarla.
Leer más: Minsalud revisará la posibilidad de un segundo refuerzo en menores de 50 años
Igualmente, un rótulo de trastorno mental también contribuye a promover la discriminación, exclusión y maltrato.
“Cuando son profesionales de la salud los que hacen este tipo de comentarios, hay una clara violación a los principios éticos y bióticos que acompañan a las disciplinas. Hacer esto es un ejemplo de mala praxis, algo que debe ser tratado por los tribunales de ética psicológica”, explica el Colpsic.
Frente a esta problemática, los expertos advierten que lo primero que se debe hacer es respetar la dignidad humana y reconocer la responsabilidad que tienen todas las personas de la sociedad de respetar la diferencia, la diversidad de pensamiento y las posturas políticas y personales de cada miembro de la sociedad.
Además, los profesionales de la salud están llamados a cumplir los principios éticos que acompañan el actuar profesional, entre ellos, no causar daños a terceros con sus acciones y juicios de valor, y en vez de ello trabajar por la promoción del bienestar.
“También recordamos la necesidad de manejar con prudencia el uso de las herramientas técnico científicas de la psicología para promover el cuidado de las personas y de la información que se exponga en su debida interpretación”, concluye.
